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Hace ya tiempo que la elección del trazado para conectar el TAV con Navarra –hay dos opciones: por Vitoria o por Ezkio-Itsaso– se convirtió ... en un debate incómodo para la mayoría de los partidos vascos. Cada uno tiene intereses contrapuestos en cada territorio y de fondo late la recurrente discusión de los agravios comparativos. Pero nunca antes, y menos dentro de una misma sigla política, se había exteriorizado un enfrentamiento tan crudo como el que este jueves ha desatado el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia (PNV), al tachar de «egoísta» al diputado general de Álava, el también jeltzale Ramiro González, por reivindicar que la conexión se haga a través de su provincia.
Aunque la consigna en casi todas las formaciones es la de que los representantes en cada territorio defiendan su parcela sin rivalizar con el otro, las declaraciones del regidor donostiarra han ido exactamente en la dirección contraria. Y es que Goia no se ha quedado en la mera argumentación de que la ruta de Ezkio-Itsaso es «la más adecuada sin lugar a dudas», sino que ha querido ir más allá y ha tratado de invalidar la alternativa de Vitoria a base de descalificar a un compañero de filas. Según ha afirmado Goia en ETB, González es «egoísta» porque no tiene «visión de país» en un debate que trasciende a Álava y Gipuzkoa.
El ataque del primer edil de San Sebastián ha causado un profundo malestar en la Diputación alavesa, donde no esperaban ni por asomo un pronunciamiento de tal envergadura proveniente del propio PNV. Fuentes cercanas a González han manifestado su «sorpresa» por las declaraciones y apelaron al «respeto» que, en su opinión, deberían mostrar «quienes ocupan puestos institucionales», como es el caso del alcalde de la capital guipuzcoana. «Hay que respetar las opiniones de los demás aunque no se compartan y también a otras instituciones y a sus responsables», han asegurado.
El equipo del mandatario foral alavés ha evitado entrar al cuerpo a cuerpo y responder a Goia en los mismos términos, pero sí ha querido dejar claro que González no cambiará su postura firme en defensa de la conexión a través de Vitoria. «Como responsable institucional tiene la obligación de defender aquello que cree que es lo mejor para su territorio y su país, y lo seguirá haciendo con independencia de que se le descalifique o ataque por ello. Va a seguir defendiendo aquello en lo que cree», han insistido estas mismas fuentes, que hacen referencia a «la forma de entender la vida y la política» del diputado general.
Este episodio evidencia, en primer lugar, que la guerra territorial por el enlace ferroviario entre Euskadi y Navarra se está recrudeciendo a medida que se va acercando el momento de la gran decisión. La elección definitiva aún está supeditada a las catas que se están realizando en la sierra de Aralar para estudiar la viabilidad de la opción de Ezkio-Itsaso. Sin embargo, el Ministerio de Transportes viene mostrando «serias dudas» ante un trazado que, si bien aceleraría los trayectos, prácticamente triplicaría el coste económico al precisar de un túnel de 22 kilómetros y, en consecuencia, retrasaría la puesta en marcha del servicio.
La alternativa de Vitoria, más barata y más fácil de ejecutar, cuenta así con todas las papeletas para llevarse el gato al agua. Una realidad que, en cambio, se resisten a asumir las autoridades de Gipuzkoa, volcadas en defender la construcción del trazado a través de su territorio, lo cual era el proyecto original. De hecho, lejos de arrojar la toalla, la diputada general, Eider Mendoza, está elevando cada vez más el tono a medida que se van conociendo más pasos que apuntan irremediablemente a la elección de la vía alavesa. La mandataria foral guipuzcoana sospecha que en realidad la decisión ya está tomada sin siquiera conocer los informes técnicos y ha solicitado reunirse con el ministro de Transportes, Óscar Puente.
Pero la inesperada guerra abierta este jueves por Goia, que al menos hasta ahora había mantenido un perfil más bien discreto en todo este debate, también exterioriza la convulsión interna en el PNV, un partido que estaba acostumbrado a lavar los trapos sucios en casa pero que en los últimos tiempos viene dirimiendo sus diferencias en público, a veces de forma descarnada. Para más inri, este enfrentamiento se produce a sólo una semana de la Asamblea General en la que se proclamará a Aitor Esteban como nuevo presidente del Euzkadi buru batzar (EBB) tras su pulso con un Andoni Ortuzar que se acabó retirando de la carrera para tratar de evitar una fractura de incalculables consecuencias.
Esteban llegará al despacho de la quinta planta de Sabin Etxea con el reto de recoser el partido, para lo que deberá, entre otras cosas, intermediar en conflictos como el de la conexión del TAV con Navarra, un debate por el que el PNV como organización ha pasado de puntillas durante los últimos años. Históricamente los jeltzales han defendido la opción de Ezkio-Itsaso incluso en las instituciones europeas, pero con el tiempo han ido moderando su postura al entender que la alternativa de Vitoria resulta cuando menos más pragmática en un proyecto, el de la alta velocidad, que ha generado frustración social por los retrasos. La formación nacionalista no la reivindica explícitamente para no alterar los siempre delicados equilibrios territoriales con Gipuzkoa, pero es consciente de que la vía alavesa es la más plausible.
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