Forman parte de la sociedad, están en las calles cada día y, sin embargo, se desconoce cuál fue su proceso migratorio o los motivos que los llevaron a abandonar su vivienda y dormir en un recurso municipal. Los residentes en el Centro Municipal de Acogida ... Social (CMAS) de Vitoria y los refugiados que han llegado a los recursos de Cáritas Internacional protagonizan sendas exposiciones en el Depósito de aguas del Centro Cultural Montehermoso y en la Catedral Nueva. La primera, 'Invisibilidad revelada', se extenderá hasta el 17 de febrero mientras que la segunda, 'Encontrar para encontrarnos', podrá disfrutarse hasta el 27 de enero.
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«A veces echamos unas monedas a las personas que vemos en la calle para calmar nuestra conciencia, pero si queremos hacer frente a la exclusión debemos ponerle nombre y mirarle a los ojos ha afirmado el concejal de Políticas sociales Peio López de Munain. La muestra cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Vitoria, la Diputación de Álava y la Fundación Vital, está comisariada por el ingeniero industrial Carlos Lalastra y es obra de la fotógrafa Andrea Abáigar.
La muestra Proyecto del comisario Carlos Lalastra y la fotógrafa Andrea Abáigar, muestra el trabajo de varios artistas con la ciudad con una decena de residentes del CMAS.
Cuándo Del 15 de enero al 17 de febrero
Dónde En el Depósito de aguas del Centro Cultural Montehermoso
«Hace cuatro años fotografiamos a artistas de la ciudad como si estuvieran en la indigencia, pero luego quisimos que la gente cercana a esta situación nos contase sus sueños», ha subrayado Lalastra. De esta manera, parte de las imágenes de Abáigar muestran al colectivo cultural de la ciudad mientras otras hablan de las historias de personas como Joaquín, Belén o Alex. En vez de aparecer retratados en el CMAS figuran tal y como les gustaría verse, cumpliendo los sueños que esperan retomar pronto. Todos ellos son camareros, cocineras, bibliotecarias, costureras o jardineros deseando tener una segunda oportunidad.
«Conocerles mejor ha sido una experiencia única, a menudo son mujeres con niños y personas mayores que sufren mucho y tratan de salir adelante en una situación en la que podríamos encontrarnos todos», ha afirmado Abáigar. La muestra juega con el concepto de 'invisibilidad' a la hora de mostrar cuadros y esculturas de los artistas participantes en las fotos que representan la indigencia. «La idea surgió a raíz de la crisis del mundo cultural y el visitante debe correr las cortinas que cuelgan del techo y hacer un esfuerzo para ver más allá», ha subrayado Lalastra. Por último, varios vídeos y fotografías muestran a artistas como el percusionista Víctor García de la Torre y el escultor Koko Rico enseñando a tocar tambores o hacer sus propias máscaras a residentes del CMAS. «Este proyecto nos ha ayudado a empoderar a estos usuarios y recordarles quiénes son, nuestro objetivo es ayudarles para que pasen el menor tiempo posible con nosotros», ha agradecido María José San Martín, directora de este recurso municipal.
Si 'Invisibilidad revelada' muestra a los alaveses y foráneos que, por circunstancias de la vida, se ven obligados a dormir en recursos municipales, 'Encontrar para encontrarnos' pone el foco en las personas migrantes que se ven obligadas a abandonar su país. «Queremos dar a conocer los testimonios de estas personas en situación de vulnerabilidad y hacer que la movilidad forzosa no se vea como una amenaza sino como una oportunidad», ha explicado Maite Sebal, directora de Cáritas en Vitoria. Un total de 16 paneles explican historias como las de Hayouba, de Burkina Faso, Zineb, de Marrakech, o Afaf y su familia, llegados desde Túnez.
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La muestra Exposición itinerante de Cáritas Internacional. Sus 16 paneles con fotografías, textos e infografías relatan historias de personas llegadas desde otros países.
Cuándo Desde el 15 hasta el 27 de enero.
Dónde En el interior de la catedral nueva de Vitoria, en la calle Cadena y Eleta,
El pakistaní Mohammed Kasim y la boliviana Lucía, residentes en España desde hace 10 y 12 años, han compartido todo lo que la acogida, protección, promoción e integración de Cáritas ha supuesto para ellos en su vida personal. «No sabía castellano, no tenía dinero, y ahora soy capataz en la huerta de las Brígidas. Conocer el idioma es la clave para aprender a convivir y Cáritas me ayudó cuando no tenía a nadie», ha agradecido Karim. Por su parte, Lucía conocía el idioma pero se encontró con otras dificultades. «Encontré prejuicios y me costó acceder a un empleo y a unos estudios, finalmente estudié Trabajo social y ahora atiendo a las mujeres que se acercan a Cáritas», ha destacado.
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