«Las empresas que no empiecen a incorporar la IA están en un serio peligro de extinción»

- ¿Todavía sigue existiendo en el mundo empresarial un rechazo o recelo a hacer uso de la inteligencia artificial?

- Decir de forma general que el mundo empresarial puede tener un rechazo al uso de la inteligencia artificial, yo creo que es generalizar demasiado. Si lo particularizamos, realmente estamos hablando de personas, no de empresas. Es decir, el mundo empresarial está ávido por conocer qué cosas se pueden hacer con la inteligencia artificial, cómo les puede ayudar a mejorar la calidad de sus productos, de sus entregables, cómo les puede ayudar a hacer las cosas más rápido, en menos tiempo, y cómo básicamente les hace más competitivos frente a su propia competencia, que saben que ya lo están usando. Pero no hay un recelo como tal, es más bien todo lo contrario, hay mucho interés.

- ¿Y cuánto se puede incrementar la rentabilidad en una empresa a la hora de implementar esta nueva tecnología?

- Pues depende de muchos factores, y sobre todo de cuál sea el sector y el proceso de negocio sobre si implementan estas herramientas. Pero es difícil que las optimizaciones sean malos. Es decir, que suele haber una mejora del 40% en eficiencia, pero yo me encuentro con procesos de negocio que están por encima del 90%. Aunque también hay casos puntuales en los que no se consigue más allá que el 20%, pero muchas veces tiene más que ver con una implementación no adecuada de este tipo de mecanismos o la inexistencia de una formación adecuada a las personas que están dentro de la organización. Pero desde luego estas herramientas y estas tecnologías van a generar un cambio disruptivo en todos los sectores económicos y productivos.

- ¿Y ahora mismo cómo está el mercado? ¿Las empresas están preparadas para explotar al máximo este recurso?

- Hay diferentes niveles de madurez según los diferentes segmentos. Las grandes corporaciones tienen muchos recursos como para poner personas y empezar a meterse en todo esto. Aunque también tiene su parte negativa, porque cuanto más grande es una empresa es más complejo hacer transformaciones globales. Las pymes habitualmente tienen más capacidad o más flexibilidad para hacer cosas rápido, pero sin embargo son las que ahora mismo, por lo que veo, están más rezagadas en estos temas. Las pymes deberían aprovechar la oportunidad que no tienen las grandes, que son flexibles y que pueden implementar cosas mucho más rápido que las empresas grandes.

- ¿Y el éxito de una empresa puede depender exclusivamente de esta tecnología?

- Decir que puede depender de forma exclusiva es decir mucho. Lo que sí te digo es que si dentro del sector donde tú estás desarrollando tu actividad económica, tu competencia se mueve más rápido que tú, tu riesgo es que en poco tiempo puedas desaparecer del mercado. Es así de radical. Si estás en un sector donde la competencia está igual de rezagada, pues podrías sobrevivir más tiempo. Pero bajo mi punto de vista la realidad es que las empresas que no empiecen a incorporar este tipo de herramientas están en un serio peligro de extinción.

- ¿Se puede decir que hoy para ser competitivo en el mercado hace falta implementar esta tecnología y tenerla presente en el día a día de la empresa?

- No, hoy hay que empezar. Porque de aquí a seis meses, un año o dos, aquellos que hayan implementado de forma efectiva este tipo de soluciones van a ser competitivas en el mercado. Hoy en día no es el elemento diferencial, pero es necesario empezar ya a meterse en este mundo para gradualmente no quedar totalmente en una posición de poca o baja competitividad.

- ¿Cuáles son los grandes retos de esta implementación?

- Por un lado la falta de talento. Al final necesitas personas formadas y de momento hay pocas. El segundo gran reto tiene que ver con un cambio cultural. Implementar este tipo de herramientas en un proceso de negocio y eso requiere un cambio. Detrás de esto hay personas y es necesario un cambio cultural respecto a esta nueva inteligencia. El tercero creo que tiene que ver con el gobierno del dato. Las inteligencias artificiales se alimentan de los datos de las empresas, aprenden de ellas, y las empresas no se distinguen especialmente por tener esa información perfectamente categorizada de qué información es abierta a todo el mundo, qué información es sensible para cumplir el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR)... Todo lo que tiene que ver con el gobierno del dato es un tema muy relevante. Tampoco podemos obviar la regularización; hay que tener en cuenta la ley europea y es un reto, porque podríamos estar pensando en casos de uso que a lo mejor están limitados.

- Frente a estos retos, ¿cómo está el futuro cercano en esta materia?

- Realmente yo creo que todas las empresas están haciendo un esfuerzo por dotar de destrezas, habilidades y conocimientos a sus empleados. Entonces el tema del talento es que depende de que las entidades públicas hagan esfuerzos en activar fondos para la formación. Las empresas, cuanto más grandes, más dinero están pidiendo para ello. Las pequeñas también tienen su responsabilidad de formar a gente. Desde la perspectiva del gobierno del dato es tener muy claro que implantar estos sistemas requiere previamente de un proyecto de gestión de la información y del cumplimiento normativo.

- En cuanto a la ciudadanía de a pie, ¿cómo se traduce esta implementación de la IA por parte de las empresas?

- El cambio sustancial tiene que ver con las destrezas que van a exigir a los ciudadanos si quieren ser competitivos o elegibles prácticamente para cualquier puesto. Es decir, exactamente igual que hoy en día, da igual el puesto de trabajo, salvo que sea en una fábrica donde estés haciendo algo manual, se exige que la gente sepa utilizar la ofimática. Pues te aseguro que va a llegar el momento en el que se da por hecho que sabes usar de forma eficiente la inteligencia artificial. Con lo cual, yo creo que a nivel poblacional, de alguna forma deberían ser conscientes que se deberían meter en esto e incorporarlo en su día a día, porque aparte de hacerle sus vidas más eficientes, de forma indirecta les va a generar destrezas que les van a ser exigidas en los entornos laborales.