Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Cuando uno piensa en ponerse en forma, la acción lógica le llevará a apuntarse al gimnasio. Sin embargo, si quiere dormir mejor, rebajar la ansiedad, el estrés o aumentar la concentración, será todavía un mínimo porcentaje el que opte por entrenar el cerebro. Ese es ... precisamente el campo en el que trabaja la neurocientífica Ana Ibáñez. Este miércoles, a las 19.00 horas, en el hotel NH Canciller Ayala de Vitoria dará las claves para mejorar la calidad de vida en las jornadas sobre salud cerebral y competitividad en las organizaciones empresariales que impulsa la Federación de Empresarias, Directivas y Profesionales de Euskadi, EmpresariAK.
– ¿Qué debemos cambiar a nivel profesional?
– Debemos utilizar mejor nuestros recursos cerebrales para que la empresa no sea un lugar tan exigente a nivel mental, sino que sea un entorno donde vivamos con más disfrute, calma y con una sensación de oportunidad. Esto tiene que ver con que nuestro cerebro no se sienta tan amenazado en estos entornos cambiantes. Yo hablaré del femenino.
– ¿Hay diferencias entre un cerebro masculino y uno femenino?
– Uno femenino enlaza muy bien toda la información que recibe del exterior. Esto significa que tiene un hemisferio derecho muy desarrollado y es la razón por la que una mujer, por lo general, percibe muy bien todo lo que hay a su alrededor. El masculino tiende a utilizar áreas que son de 'causa-efecto' y, en vez de ver todo el entorno, ve aquello que necesita de él. Aunque hoy ambos cerebros tienden a parecerse más en el mundo profesional.
– ¿Cómo se entrena la mente?
– Nosotros utilizamos un sistema no invasivo (para niños y adultos) que lee las frecuencias cerebrales, los impulsos eléctricos que emiten las neuronas cuando se hablan unas con otras, y podemos hacer que el cerebro ejercite esa actividad para mejorarla. Hasta altos ejecutivos o deportistas de élite han entendido que para tener fortaleza mental, necesitan entrenar el cerebro.
– ¿Puede poner algún ejemplo?
– La niña más pequeña a la que hemos entrenado tenía 18 meses. También entrenamos mucho el défecit de atención, porque afecta a un nivel muy alto de la población. Si te quieres concentrar, necesitas que tu cerebro produzca unas frecuencias 'beta' en un área determinada del cerebro (el córtex prefontal izquierdo). Por eso, leemos esa actividad y hacemos un ejercicio a a tiempo real. Igual que en un gimnasio vas a desarrollar tus músculos, aquí lo haces con distintas áreas y funcionalidades cerebrales.
– Pero... ¿Implica un esfuerzo activo?
– No, nosotros colocamos unos sensores y, mientras, tú ves una pantalla con una película. A través del tamaño y de la luz de la misma, junto a unos efectos auditivos, le pasamos unos ejercicios a nuestro cerebro, ya que la mejor manera en la que se entrena es con una concentración fluida, dejándose llevar y pasándolo bien, no desde el control. Por eso, el entorno también debe ser agradable, para que el cerebro esté relajado.
– Todo lo contrario que cuando uno tiene ansiedad... ¿Qué nos ocurre en ese momento?
– Cuando tienes ansiedad es como que tu cerebro secuestra una parte de él para que funcione sólo desde un lugar de alerta y veas el mundo como una amenaza. Se lo cree, no puede salir de ahí y no deja que llegue el riego a las zonas que pueden calmar eso. En el entrenamiento reducimos esas frecuencia y hacemos que tomen el control cerebral las áreas sofisticadas, que estemos conectados con las emociones, pero sintiéndonos tranquilos.
– Precisamente ha escrito un libro titulado 'Sorprende a tu mente', cuando es ella muchas veces la que nos pilla desprevenidos a nosotros...
– Claro, la podemos desafiar y engañar. Es una habilidad que tenemos todos, que da mucha seguridad y autoestima. Puedes haber entrado a una sesión de entrenamiento viendo el mundo muy negro y, después, la ves con otra luz. La situación no ha cambiado, pero tú estás utilizando otras áreas cerebrales.
– En España esto suena innovador, pionero. ¿La gente lo tiene más integrado en otros países?
– A mí ya me vienen familias enteras, pero sí es verdad que en España vamos un poquito por detrás. En lugares como Inglaterra, Suiza o Alemania, por ejemplo, el entrenamiento cerebral para déficit de atención está ya dentro de la seguridad social.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.