Robos en Euskadi

Una empleada de hogar que vació las cuentas de la mujer a la que cuidaba en Vitoria evita la cárcel

En una sentencia de conformidad -enhebrada entre la Fiscalía de Álava, la acusación particular y la defensa- le han castigado con dos años de prisión. Pese a que es reincidente, evitará de momento el ingreso en prisión siempre que vaya devolviendo los 28.050 euros que sisó poco a poco a su víctima. De momento, esta misma mañana está previsto que ingrese 400 euros. A partir de ahí, cada mes entregará 300 euros. Necesitará de 92 cuotas para resarcir a su víctima. Dicho de otro modo, compensará su deuda en algo más de siete años y medio.

De no cumplir con este requisito exigido por los magistrados Francisco García Romo, Elena Cabero y Ana Zulueta, teóricamente ingresaría inmediatamente en la cárcel alavesa de Zaballa. Le tendrá que ayudar en la devolución de lo robado su pareja, que, aunque ha sido absuelto, ha sido declarado «partícipe a título lucrativo». Vamos, que hizo uso del dinero robado por su compañera sentimental, que hoy martes se ha presentado en el Palacio de Justicia en silla de ruedas y con mascarilla.

Fuentes judiciales consultadas por EL CORREO deslizan que «no es la primera vez que roba en la casa donde trabajaba». Debido a esos antecedentes, la Audiencia de Álava ha pospuesto hasta la fase de ejecución su libertad con cargos, y con la obligación de no volver a delinquir en un mínimo de dos años. También ha sido multada con 1.080 euros.

Y es que esta empleada de hogar dejó en negativo la cuenta corriente de la mujer a la que cuidaba en la capital del País Vasco. Antes de esta vista oral, esta acusada y su marido se exponían a 3 años y 10 meses de cárcel por haberse quedado los ahorros de toda la vida de su víctima. Se da la circunstancia de que esa persona tiene acreditado además un grado de dependencia acreditado. Es decir, necesita la ayuda de terceros para sus actividades diarias.

Como ha reconocido tras el acuerdo suscrito entre las partes personadas, esta empleada se aprovechó de esta circunstancia para llevarse todo su dinero. Según la Fiscalía de Álava, lo hizo «con la excusa de ayudarla en la gestión económica de los gastos diarios, e incluso en las extracciones bancarias con tarjeta, consiguió los accesos a las tarjetas bancarias de la víctima». La cantidad total obtenida por este engaño ascendería a 39.450 euros.

Entre «enero de 2020 y julio de 2021», esta mujer «con antecedentes penales no computables» presuntamente realizó más de 130 extracciones de dinero con las tarjetas de la víctima, de avanzada edad. Iban sacando de poco en poco. El Juzgado de Instrucción número 2 de Vitoria, responsable de la investigación, ha documentado más de 130 operaciones.

Siempre fueron pequeños movimientos. Siempre con cantidades entre los 100 y los 350 euros. Se supone que para no llamar la atención. Esa sangría constante fue vaciando los depósitos de la víctima. Tanto es así que en abril de 2021 dejaron su balance monetario en negativo. La última extracción supuso que esta mujer debiera a su entidad bancaria 269 euros. Todo esto sin su conocimiento.

La sentencia leída en sala considera que los gastos ordinarios reales de la dueña de los ahorros en ese periodo de tiempo fueron de «11.400 euros». A 600 euros por mes. El resto, 28.050 euros, fueron a parar a los bolsillos de esta empleada de hogar, ya despedida, y por ende a su pareja sentimental.