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Ha sido una tarde de abrazos, risas, recuerdos y lágrimas por los que ya no están. Un centenar de antiguos vecinos de las casas de la Avenida de Olárizu ha aceptado la invitación de EL CORREO para despedirse de los bloques de ladrillo rojo en víspera de ser engullidos por las máquinas para siempre y recordar los días que pasaron allí felices.
Un total de 124 familias compartieron buenos y también algunos malos momentos en aquellas casas que abandonaron hace siete años por el 'plan renove' que mejoró su calidad de vida. El desalojo la pasada semana de los últimos okupas supone el principio de la demolición de estos bloques, que se llevará a cabo este jueves.
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El domingo saldrá publicado en el periódico y en elcorreo.com un amplio reportaje en el que sus protagonistas recuerdan su infancia junto a las fábricas de esmaltes y las campas de Olárizu.
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