Emakunde y los alcaldes apuestan por unos espacios festivos «inclusivos y libres de violencia»

El Instituto Vasco de la Mujer ha citado a los regidores de los municipios vascos para un encuentro con Eudel con el objetivo de compartir experiencias en materia preventiva contra las agresiones sexuales. Ya ha arrancado la temporada de fiestas populares, un escenario recurrente (y el ocio nocturno, en general) en este tipo de delitos. En el encuentro han participado 53 municipios, de ellos, 9 alaveses.

Entre junio y agosto del año pasado, las comisarías vascas registraron 176 denuncias por agresiones sexistas. Son casi dos al día. Entre enero y abril de este año, últimos datos disponibles del Departamento de Seguridad, se contabilizaron 220 víctimas en Euskadi. Es una proporción ligeramente menor que en la época estival. En cualquier caso, ambas cifras suponen un aumento importante respecto a los mismos periodos de años anteriores; del 5,7% en el caso de junio-agosto; y del 25,7% en el de enero-abril. Una mayor sensibilización de la sociedad puede ayudar también a contextualizar este incremento en el número de denuncias.

En este contexto, el Instituto Vasco de la Mujer ha ofrecido este jueves una sesión formativa a los responsables municipales para abordar, de manera exclusiva, el tema de las fiestas populares y poner en común del trabajo realizado en pasados veranos. Se han analizado experiencias concretas de algunos municipios, los protocolos...

Es la segunda vez que se celebra el encuentro. El año pasado la valoración fue positiva. La directora del organismo que impulsa las políticas de igualdad, Miren Elgarresta, se mostró convencida entonces de que «la labor de sensibilización que se va haciendo año tras año ha logrado prevenir muchas agresiones«. En ese sentido, sostuvo que ese trabajo de concienciación había «animado a las mujeres a no pasar por alto ningún tipo de agresión y denunciarlas», en buena medida «porque se han sentido más arropadas a la hora» de poner sus casos en conocimiento de las autoridades.

Además de la formación de este jueves, Emakunde, en el marco del programa Beldur Barik que impulsan desde este organismo, Eudel y las tres diputaciones, ha hecho llegar a las entidades locales, como todos los años, cartelería contra las agresiones sexistas. Disponen también de la guía para celebraciones festivas editada hace dos años, precisamente porque, al ser el primer verano sin restricciones tras la pandemia, se preveía que se dispararan estos incidentes.

Ese completo documento se remitió entonces -y se ha enviado de nuevo- a ayuntamientos, comisiones de fiestas, establecimientos de hostelería, txosnas... La publicación habla de «plantar cara a la cultura de la violación», entendida como el conjunto de prácticas sociales que normalizan conductas relacionadas con la violencia sexual. Y deja claro desde el principio que el alcohol y las drogas no son «una justificación para agredir».

La guía recoge algunas pautas preventivas, como ubicar los baños en espacios luminosos y transitados. Pero, incluso en esos casos, véase la agresión sexual de Etxebarri, las medidas no siempre son infalibles. Por ello, buena parte de la información está dirigida a asistir a las víctimas una vez se ha producido el ataque, con medidas como que se establezcan puntos concretos en los que atender de manera inmediata a las mujeres, consejos como apagar la música y encender las luces si ocurre un abuso...