Pago por generación. Esta es una de las propuestas que el grupo municipal de Elkarrekin, formado por Podemos Euskadi, Berdeak Equo, Ezker Anitza IU y Alianza Verde, presenta al proyecto de Ordenazas Fiscales para 2025 que defiende el equipo de gobierno PSE-PNV. Defensora de ... la fiscalidad verde y del lema «quien contamina paga», la portavoz de esta coalición en el Ayuntamiento de Vitoria, Garbiñe Ruiz, ha explicado en qué consiste un nuevo modelo de tributo que pretende aliviar «la economía familiar y para el sector comercial», que son a su juicio las más afectadas por la «considerable subida» de la tasa de basuras que ha de aplicarse por imperativo legal, tal y como marca Ley de Residuos 7/2022.
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La normativa, ha recordado, obliga a las entidades locales a cubrir el coste total del servicio de recogida, lo que en Vitoria se traduce en duplicar la cuantía los recibos. «Gran parte de este esfuerzo va a recaer, según está planteada la tasa de recogida de residuos en el proyecto presentado por el Gobierno del PSE-PNV en familias y, sobre todo, en el sector comercial y especialmente será el pequeño comercio el que sufrirá un mayor impacto económico», ha señalado. «El desembolso que deberán asumir estos negocios se acerca a los 1.000 euros, cuando ahora mismo pagan 120 euros. Este caso lo sufrirán, entre otras, las pequeñas fruterías». Para Elkarrekin, esto resultará «inasumible» para muchos negocios «que ya se enfrentan a muchas dificultades para seguir levantando su persiana día a día».
Por eso, Ruiz propone abandonar el actual sistema de abono de esta tasa «que resulta poco equitativo e incoherente para ir avanzando en el sistema de pago por generación real de residuos, tal y como marca Europa, de modo que se vaya implementando a lo largo del 2025 para que se pague en función de los residuos que se produzcan». La metodología, detalla, es que cada establecimiento o local solicite los contenedores necesarios para la retirada de los residuos que genere. Se le cobrará por tipo de depósito. Se establecen cinco clases, desde 120 litros de capacidad a 3.200 litros para grandes superficies. «Y se cobrará la retirada del propio contenedor que solicitará cada local cuando considere necesario. Y a parte de lo de los contenedores, los comercios siempre van a pagar una cuota de base estipulada».
«Se persigue un doble objetivo, que quién más residuo genere pague más y que se haga una gestión responsable de los mismos al crearse un incentivo económico para reducir la generación de residuos», ha defendido la portavoz de Elkarrekin, Garbiñe Ruiz. También pide que se graven más los residuos que no se pueden reciclar o reutilizar. Elkarrekin propone asimismo una bonificación del 10% para aquellos comercios de alimentación que tengan programas con entidades locales sin ánimo de lucro con el fin de reducir el desperdicio alimentario».
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Otra de sus enmiendas afecta al contenedor de materia orgánica que funcione con chip. Elkarrekin solicita que la bonificación sea del 15% y esté vinculada al número de personas que viven en la vivienda y no a su tamaño. «Veremos la receptividad que muestra el Gobierno a nuestro modelo de pago por generación en la red de comercio, y en función de su respuesta, si es positiva, estamos dispuestos a pactar el resto de las tasas y precios públicos», ha señalado Garbiñe Ruiz.
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