Los usuarios de la línea 2 de Tuvisa (Periférica) no se montarán sólo en el Bus Eléctrico Inteligente (BEI) a finales de este año. Los viajeros no sabrán si les tocará subirse en el nuevo transporte o en uno de los autocares actuales casi ... hasta que estén en la marquesina. Las dos generaciones de vehículos convivirán durante varios meses en el recorrido, según ha podido saber EL CORREO. Esto significa que los autobuses que componen hoy la flota de Tuvisa harán uso del carril exclusivo del bus eléctrico, tendrán prioridad semafórica y realizarán su recorrido con mayor rapidez. Es decir, el propio sistema del BEI se anticipará al servicio compuesto al 100% por el nuevo modelo.
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El escenario que plantea el Ayuntamiento busca arrancar el BEI antes de final de año, tal y como fijaba su última previsión. Esto le permitiría dotar «cuanto antes» a la línea 2 de la rapidez y la prioridad que se persigue, aunque perdería confort y accesibilidad con los vehículos convencionales. Uno de los principales motivos se encuentra en que, para entonces, es muy probable todavía no esté listo el sistema de carga lenta que precisa el nuevo transporte. El plazo máximo de obra está fijado en ocho meses, que todavía no se han empezado a descontar. En cualquier caso, el departamento de Movilidad se resiste a descartar por completo que el sistema BEI esté operativo de forma completa para final de año, ya que dependerá de los ritmos de la obra.
El Gabinete Urtaran, no obstante, analiza la fórmula de que los autobuses se recarguen de forma «transitoria» en los cargadores que se emplean para realizar las pruebas en el trazado. Pero esa infraestructura y los puntos de carga rápida, situados en Mendizorroza y el Boulevard, no bastan para 'alimentar' a toda la flota. La unidad funcional de carga, que se instalará en la ubicación de las futuras cocheras en el vivero, resulta indispensable para dar energía a los 13 autocares libres de emisiones.
Por otra parte, los autobuses aún deben someterse a cierto 'rodaje' desde su puesta en marcha. A pesar de que los nuevos vehículos acumulan meses de pruebas, la información que ha recopilado el Ayuntamiento con respecto al consumo real de las baterías es todavía «teórica». Desconoce cuál será su rendimiento exacto en pleno funcionamiento, en el trazado completo, con pasajeros, la autonomía que le dará la carga rápida, etc. Ese es otro de los motivos que exponen desde el departamento de Movilidad que encabeza Raimundo Ruiz de Escudero (PNV) para optar por una implantación «progresiva» del bus eléctrico en la línea Periférica.
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El Ayuntamiento cuenta con ocho de los trece autobuses listos para echar a rodar y otro en fase de pruebas, por lo que podrían estar preparados para cuando concluyan la obra civil y la preparación del carril exclusivo, que ya atraviesan su recta final.
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