El horizonte es 2021. Para entonces Álava debe contar con un abastecimiento y saneamiento de agua que ofrezca garantías a toda la población. Para entonces, las obras incluidas en la primera fase del acuerdo marco de infraestructuras hidráulicas de Álava que suscribieron en 2017 la ... Diputación de Álava y la Agencia Vasca del Agua, que depende del Gobierno Vasco, ya deberían estar ejecutadas. De hecho, todas están ya en marcha y requieren una inversión de 17,6 millones de euros, que asume el Gobierno vasco a través de este acuerdo.
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La primera fase, que prioriza las intervenciones que más pueden afectar a la mejora del medio acuático, incluye obras que ya están ejecutadas, como la depuradora de Oion, en funcionamiento desde septiembre del año pasado, en la que se han invertido 3,7 millones de euros. La de Salvatierra será más cara. Su presupuesto es de 7 millones de euros y está en construcción. Su puesta en marcha, el próximo año, permitirá acabar con los vertidos al Zadorra, uno de los puntos negros de saneamiento alavés. También han comenzado ya los sondeos en Sobrón, donde URA tiene previsto invertir 3,2 millones de euros para garantizar el abastecimiento a los barrios de La Playa y de La Presa, en Sobrón y a Bergüenda, Fontecha y Puentelarrá, en Lantarón. Su vocación es ampliarlo en el futuro a otras localidades y polígonos industriales de Rivabellosa o Espejo. También se ha realizado parte del saneamiento de Legutiano para eliminar los puntos de vertido de aguas fecales al embalse de Urrúnaga. En cuanto a la depuradora de Moreda, que costará 1,2 millones de euros, el proyecto debe modificarse de acuerdo con el Consorcio de Aguas de Rioja Alavesa, con quien URA firmará en breve un convenio para que responda a las necesidades locales.
En lo que se refiere a la depuración del Alto Nervión, URA ha reservado una partida de 2,5 millones de euros para expropiar los terrenos que necesitarán las depuradoras de Basaurbe y Markijana y la red de colectores que las conectará con Amurrio, Ayala, Llodio y Orozko. En este caso, la responsabilidad del Gobierno vasco se limita a poner estos suelos a disposición del Ministerio de Transición Ecológica, ya que la construcción de todo el sistema, valorado en unos 80 millones de euros, depende de Madrid.
El acuerdo entre la Diputación alavesa y URA tiene un alcance más amplio, llega hasta 2027 y la inversión total asciende a 73,3 millones de euros. URA asume el 67% de ese presupuesto, es decir, 49,5 millones de euros, mientras la Diputación alavesa se hace cargo del resto.
Cuando concluya el plazo de vigencia del acuerdo, se habrán ejecutado obras de mejora para abastecer a Zuia y Urkabustaiz con una balsa de regulación de unos 390.000 metros cúbicos. En Amurrio también debe mejorarse la red de abastecimiento para conectar pequeñas localidades a la red general. Para 2027 ya estará terminadas las depuradoras de Agurain y Moreda y la expropiación de los suelos para las depuradoras y la red de colectores de saneamiento del Alto Nervión. También debe completarse en este plazo el saneamiento de Lagrán, Manzanos y Gopegui-Ondategi, el saneamiento y la depuración de Legutiano y de Artziniega -localidad respecto a la que debe decidirse si tendrá un sistema propio o verterá al Consorcio de Aguas de Bilbao- y la Alegría. En el plan de obras también están contemplados los colectores de Iruña de Oca y Valdegovía.
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