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Domingo, 25 de marzo 2018, 00:17

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En una ‘anodina’ lonja de Zaramaga trabaja esta muralista que ha devuelto la vida a paredes mortecinas de Nueva York a Vitoria. Ella inaugura una serie sobre lugares de trabajo tan o más especiales que sus dueños.

IGOR AIZPURU
En una ‘anodina’ lonja de Zaramaga trabaja esta muralista que ha devuelto la vida a paredes mortecinas de Nueva York a Vitoria. Ella inaugura una serie sobre lugares de trabajo tan o más especiales que sus dueños.
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