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El Departamento de Educación del Gobierno vasco mantiene sus previsiones para el instituto de Zabalgana y no contempla actuaciones especiales de cara al próximo curso a pesar de las reiteradas quejas de las familias sobre que las instalaciones se han quedado pequeñas. «En el instituto ... Zabalgana no hay problemas de espacio», sentencian fuentes del área liderada por Jokin Bildarratz consultadas por este periódico. «Para el próximo curso la previsión es de 7 líneas en la ESO, y en el hipotético caso de que hubiera que ampliar a 8 líneas tampoco habría problemas», profundizan estas mismas fuentes, que achacan las quejas de las familias a la forma de organizar las aulas más que a una falta real de espacio.
Desde el AMPA del centro tienen una opinión muy diferente. «Ahora mismo ya estamos con 8 líneas en 1º y en 2º de la ESO, ¿y para el próximo curso nos están diciendo que va a ver 7 líneas? ¿Cómo lo van a hacer, metiendo más de 30 niños en cada clase? Es inviable», censuran desde la asociación de padres y madres, que llevan semanas convocando movilizaciones. La última tuvo lugar la semana pasada y en ella denunciaron que los alumnos están «como sardinas en lata». En septiembre ingresarán en el centro, el único instituto público del barrio, los alumnos de los colegios Zabalgana, Mariturri y Miguel de Cervantes que actualmente cursan 6º de Primaria. Una realidad que preocupa a las familias.
«El próximo curso no todo el alumnado podrá cursar su primera opción de optativa por falta de espacio en el gimnasio. Hay chavales que se van a quedar sin hacer lo que han elegido porque es imposible», explican. Se refieren a una optativa relacionada con la educación física que debe realizarse en un polideportivo que no da más de sí. «De hecho, este curso ya algunos chavales tienen que ir al centro cívico a dar la clase de educación física porque no entran en el gimnasio».
«Nuestro instituto se queda pequeño y al Gobierno vasco le da igual. Nuestra juventud tiene derecho a mantener una educación pública de calidad en su barrio», claman las familias, que no limitan exclusivamente a las aulas el problema de espacio. Esta situación afecta también a otras zonas como el patio, los baños, los pasillos o la biblioteca. «Todo eso se va a quedar pequeño y necesitamos una solución ya».
No es la primera vez que en el barrio de Zabalgana lidian con una situación complicada en lo relativo a instalaciones educativas. Los alumnos del colegio público Aldaialde han pasado 8 cursos en barracones, finalmente el centro se inaugurará en septiembre.
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