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Aunque lleve el metal en el apellido, a Niko del Hierro le gusta más la palabra rock. Ha recorrido durante mucho tiempo las notas graves del lado más duro del género, desde Ñu a Barón Rojo. Pero su bajo está asociado hace ya 27 primaveras ... al nombrre de Saratoga. Y, junto a Tete Novoa, Jero Ramiro y Dani Pérez, llega hoy a la sala Urban Rock Concept (abre Nocturnia, sobre las 21.30 horas) con los temas de 'Aeternus' como novedad.
- ¿Cómo ha vivido el disco su llegada a los escenarios?
- Estamos presentando 'Aeternus' y, una vez que lo grabas y lo terminas, queda el directo. Somos una banda que tiene 27 años ya y la gente te exige tocar ciertos temas que le gustan. Normalmente, no puedes hacer el disco entero. Aunque elegimos bastantes temas de ahí. Eso sí, nos gusta mucho más el directo que los discos, sin duda.
- Su historia musical es mucho más larga...
- Alguno más llevamos, ja, ja, ja. Desde pequeñito, cuando empecé a tocar la guitarra española con 7 años, con cosas del tipo 'Romance anónimo' y canciones de esas que te hacían aprender. Y luego, en bandas con más nombre, como Ñu, Barón, etecé.
- ¿Cuál ha sido el 'fr0ntman' que más le ha impactado?
- No lo sé, desde que grabé aquel primer disco con un grupo que se llamaba Hades, he aprendido mucho de todos ellos. Y, en cuanto a influencias, podría decir mil: desde los míticos Deep Purple hasta Ozzy, al que todavía le puedes ver dando vueltas por ahí. La vida te va enseñando, a palos y alegrías, ja, ja, ja.
- Estudió en el conservatorio, pero en el bajo y el rock fue bastante autodidacta. ¿Le da envidia sana la cantidad de fuentes que tienen hoy los chavales para aprender?
- Ja, ja, ja. Lleva toda la razón del mundo. En mi libro 'Desnudando mi pasado' cuento toda la historia de mi vida en la música y recuerdo cómo pensabas '¿cómo será esto?' que oías. Ahora, te metes en Google y te salen 20 explicándolo y tocando todo perfecto. No había casi libros, de rock no había nada: tenías que escuchar discos, sacar tú la canción para adelante y para atrás con las cintas de casete... Es más fácil.
- A veces, ni se podían conseguir los discos en España...
- Cierto, era muy complicado. Luego vino el boom de los discos cuando grandes cadenas comenzaron a vender. Hemos visto todo, hasta cuando comenzaron a desaparecer. Es triste en estos momentos, quedan muy poquitas tiendas y los discos físicos se pueden conseguir a través de Internet o digitales en las diversas plataformas. Pero todo cambia muy rápido: o te actualizas o estás muerto.
Inicios
- Tampoco eran accesibles los equipos. ¿Se fabricó usted mismo su primer amplificador?
- Totalmente. Fue una experiencia increíble. Comprabas un kit con la placa base, transistores y transformadores y tenías que ir soldando con un plano. Hice lo que es una etapa de potencia y no funcionaba bien sin un previo, sonaba muy bajito. Luego hice un previo, junté unas maderas y le metí un altavoz. Cuando lo enchufé y sonó, me volví loco. Afortunadamente, la cosa cambió y fuimos mejorando poco a poco. Pero fue una cosa divertida y era algo novedoso: podía tener yo 15 o 16 años.
- ¿Se imaginaba usted tocando con un amplificador como sus actuales EBS?
- Ja, ja. El mundo de la música es maravilloso y tengo la suerte de llevar ya un montón de años con EBS, una marca sueca de las de mejor calidad. Cuando les contaba yo cómo empecé, se descojonaban. Pero sus principios, investigando, fueron parecidos. Y ahora, son de mucha durabilidad y suenan perfectos.
- ¿Y el bajo?
- El primero era de segunda mano y tuvimos que desarmarlo un amigo y yo, ja, ja. Era muy jazzero, con cuerdas lisas. Y yo me decía 'esto no es como lo de Steve Harris, ¿no?' Ja, ja, ja. Al final, acabas con Music Man, una marca de la hostia. Agradecido.
- Es un buen cambio.
- Siempre les digo a los chavales que no todo está en el equipo, sino en la ilusión y las ganas que le pongas. Con una escoba y una cuerda puedes hacer música, y también hay instrumentos medios, asequibles.
- Toca habitualmente su Stingray de cuatro cuerdas. ¿Qué piensa de esa tendencia de algunos bajistas de ir sumando cuerdas y cuerdas antes de hacer lo de Billy Sheehan o Jaco Pastorius con pocas?
- Ja, ja. Yo he pasado por todas esas etapas. Ahora toco con cuatro, volví al origen hace unos cinco años. Estaba cómodo con cinco o seis, pero quise volver a la esencia. Y en la música que hago me resulta más sencillo bajar el tono de última cuerda a do o a re. Pero ya he aprendido a correr y todo eso e intento aprender a tocar con una sola nota, a cogerle el gustito. Otra cosa es que me encante hacer locuras y virguerías en directo, porque me divierto.
Una edad
- ¿Cómo describe el concierto?
- Estamos de gira, acabamos de llegar de América. Y regresamos a Vitoria, una ciudad a la que no vamos hace tiempo, con Nocturnia, que presentan su disco. Es una oportunidad para que la gente pueda pasar unas cuantas horas divertidas. Saratoga va a tocar clásicos de toda la vida, haremos nuestros solos y tocaremos muchos temas de 'Aeternus'. Estamos encantados de volver.
- Empiezan con un público de su quinta y, luego, ¿cómo viven la suma de otras generaciones?
- Es increíble. Cuando ves a un chaval de 12 años ahí delante y que se sabe las canciones, al lado de uno de 60, te dices que algo está pasando. Noté mucho cuando hicimos la gira de 25 aniversario que volvió a venir gente de la primera época, pero con los niños. A la vez, hay gente de 18, de 20 o de 30. Y tú como que les doblas la edad física, porque la mental la tengo muy loca todavía, ja, ja, ja. Ya decía Mick Jagger que si tocaran sólo para su generación, lo harían en cabinas de teléfonos y sobraría espacio, ja, ja. Un tío listo, la verdad.
- Y ha visto surgir y desaparecer muchos estilos. ¿Cuántas nuevas etiquetas del metal sólo ponen nombre a cosas que ya existían hace tiempo?
- Tiene toda la razón. Yo siempre hablo de rock, aunque hay muchas tendencias. Pero si no llega a ser por aquellos Black Sabbath que empezaron, o los Zeppelin... Y la evolución con Judas, un poquito más fuerte, las corrientes americana e inglesa... Van surgiendo etiquetas que puedes desconocer, pero al final tienen un lazo de unión que es el rock.
- Jagger y Richards han tenido las suyas. ¿Y ustedes?
- Pasamos mucho tiempo juntos de gira y a veces quieres estar a tu aire. Pero estamos en un momento muy dulce como banda, a gusto, y se nota en el directo.
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