Tala de árboles en la rotonda de Esmaltaciones. Igor Martín

Ecologistas y la oposición dicen que Vitoria «va para atrás»

La conclusión general es que en lugar de avanzar hacia los retos de 2030, la ciudad ha retrocedido

Domingo, 6 de septiembre 2020, 00:04

El balance de la oposición y los grupos ecologistas de este reinado verde mundial es demoledor. Asumen que la pandemia lo ha puesto difícil, pero la conclusión general es que en lugar de avanzar hacia los retos de 2030, la ciudad ha retrocedido.

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« ... Hemos ido para atrás a pasos agigantados. En 2012 ya se hablaba de supermanzanas y no hay ninguna. El dinero se ha invertido en transporte colectivo de gran capacidad que no soluciona los tres grandes déficits de la movilidad al trabajo, la escolar y de logística», señala Andrés Illana, de Ekologistak Martxan. Es muy crítico con la gestión del arbolado y su tala «indicriminada» para crear plazas que son «auténticas islas de calor».

«No puede ser un éxito ante el aumento de las desigualdades sociales, el recorte de frecuencias del transporte público, la anulación del Plan de Movilidad, la nula participación, la falta de avances en la regeneración de espacios degradados y el uso de Gardelegi como alfombra bajo la que esconder el consumismo», matiza Garikoitz Plazaola, desde Eguzki.

La portavoz municipal del PP, Leticia Comerón, acusa al PNV de «haberse cargado las señas de indentidad» de la Vitoria Green en un año en el que el premio mundial «ha pasado totalmente desapercibido». «Urtaran ha demostrado su incoherencia green con un autobús carísimo que va a eliminar 1.000 aparcamientos, talar 560 árboles y generar atascos y más contaminación».

El concejal de EH Bildu Félix González también cree que el reconocimiento de la ONU ha tenido «un efecto nulo». Con Urtaran, dice, Vitoria «ha pasado de ser pionera y valiente en políticas verdes. No hay ni plan para atajar la emergencia climática ni hoja de ruta para descarbonizar la ciudad, que son imprescindibles»

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«El premio se podría haber usado para sembrar en campos como el de energías renovables, movilidad, rehablitación de viviendas o la agroecología, y aún pensamos en estadios de fútbol y auditorios millonarios. Al alcalde se le llena la boca de palabras como economía verde y eso no se traducen en presupuestos», zanja desde Elkarrekin-Equo Jon Ruiz de Infante.

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