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Esta vez ha sido una liebre, pero antes lo fueron corzos, jabalíes, erizos conejos y hasta perros. Los vecinos de Argómaniz y Arbulo ya están hartos de rescatar animales del canal del río Alegría, que se ha convertido en una auténtica trampa de hormigón para ... una fauna que cae al agua al carecer de barreras que lo delimiten. El colectivo Ekologistak Martxan lo considera un «escándalo insoportable» y por eso ha puesto estos hechos en conocimiento de la Fiscalía por si fuera constitutivo de un delito contra la fauna y el medio ambiente. Una decisión que 'salpicaría' a las tres instituciones competentes: el Ayuntamiento de Vitoria a través de Amvisa (que es la concesionaria de esta estructura hidráulica), la Diputación y la Agencia Vasca del Agua-Ura.
Esta infraestructura se construyó hace cuatro décadas para mejorar el abastecimiento de agua de Vitoria y reducir el riesgo de inundaciones en algunos pueblos de la Llanada Alavesa, pero en los últimos años ha perdido eficacia y se ha convertido en escenario de continuas caídas de mamíferos y el pasado invierno fallecieron allí dos corzos. Existe una mesa de trabajo en la que participan las tres administraciones impicadas en su gestión y las Juntas Generales de Álava, de hecho, urgieron a encontrar una alternativa «definitiva», pero de momento no se ha hecho nada como demuestra la reciente caída de la liebre.
«Es un escándalo mayúsculo que las vecinas de Argómaniz tengan que estar todo el día mirando por la ventana hacia el canal cuando ese camino corresponde al Ayuntamiento de Vitoria, como propietario del canal, o la Diputación. Es una tomadura de pelo que ahora nos digan que necesitan seis meses más para que esa mesa técnica haga un informe», evidenció el portavoz de Ekologistak Martxan, Andrés Illana. «En este caso hay tres opciones. Una sería eliminar una estructura que ya no tienen ningún sentido; otra, colocar vallas creando un efecto barrera en toda la Llanada y la última, poner pasos de fauna cada pocos kilómetros con rampas de escape», expuso.
La denuncia se trasladará al área de Medio Ambiente de la Fiscalía General del Estado (FGE) y no a la Provincial, ya que ahora se encuentra investigando el impacto de las balsas de riesgo sobre la fauna y el canal de Alegría tiene tal cometido. «Hay que empezar a pedir responsabilidades empezando por Amvisa como propietario del canal por el efecto que está sucediendo con la fauna. Son los responsables de todas las muertes de animales que se produzcan por culpa de esta infraestructura. La Diputación no ha exigido nada y URA tendría que responder sobre el estado ecológico del río», subrayó Illana.
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