Down Araba protagoniza un rally más allá de lo clásico

Después de haber posado con los jugadores del equipo de rugby Gaztedi, con los del Baskonia y con la Ertzaintza, relata, había que buscar nuevos colaboradores para el calendario de 2019. El pasado mes de julio, con motivo del festival del corazón, algunos de los chicos y chicas montaron con júbilo en algunas de las joyas de época que cuidan con esmero los socios de Araba Classic Club. Fueron a los primeros que se dirigieron y no tuvieron que dar más vueltas en su búsqueda. No sólo se prestaron a dejarles los coches más vistosos para las fotos, sino que les buscaron a los creativos. «El dueño de uno de los coches es también miembro de AlavaVisión y se apuntaron quince o dieciséis fotógrafos aficionados», detalla Yolanda Sanz.

Ahora había que poner de acuerdo a todos –eran varias decenas– y buscar un fin de semana libre de rallies. «Hicimos tres grupos de whatsapps, había que hacer encaje de bolillos para juntar a todos», recuerda alegre Yolanda el lío que supuso coordinar las agendas de todos. Se pusieron al fin de acuerdo un fin de semana de primeros de agosto, en plena canícula. El sol apretaba. «Tenían que venir vestidos de blanco y azul y con algún complemento como gafas retro o pañuelos. Alguno se trajo hasta su chupa de cuero y a pesar del calor aguantaron que les hicieran miles de fotos». Sábado y domingo, mañana y tarde, recorrieron algunos de los parajes más reconocidos del territorio.

En las imágenes que acompañan cada mes del año, la cuadrilla de Down Araba se dedica a dar envidia y se sube a un Rolls Royce Silver Shadow, a un Moon 6-60, a un Cadillac Sedan DeVille o a un mítico mini y a una preciosa T1, entre otras joyas del parque clásico alavés. Lo hacen con todo tipo de poses y complementos, delante de la Basílica de Armentia, la torre de Martioda, el santuario de Estíbaliz, los embalses del Zadorra o los aledaños de Ataria. Transmiten buen rollo. «Se lo pasaron en grande. Se sienten modelos y esto les encanta». Hasta la más pequeña del grupo aguantó posar sobre el capó de uno de los bólidos.

«Todo esto ha sido posible gracias a las ganas, profesionalidad y buena voluntad de muchas personas; unas aportando sus coches de colección; otras a través de sus cámaras», señalaron los portavoces de la asociación. «Esto permite trasladar una imagen más cercana y real de las personas con síndrome de Down; una imagen sin filtros ni prejuicios», remarca.

El calendario «cargado de solidaridad e ilusión» se puede lograr mediante un donativo de 5 euros en la sede de la asociación Down Araba-Isabel Orbe (calle Castillo de Lantarón 8, en Ariznabarra) así como en varios establecimientos y comercios que colaboran.

El dinero servirá para financiar diferentes proyectos. El colectivo desarrolla durante todo el año numerosas actividades de ocio, pero además tiene programas de formación prelaboral, ofrece orientación y asesoramiento a las familias y trabaja también en el campo del envejecimiento. Muchos de los almanaques se han vendido ya. Más información en la página web isabelorbe.wixsite.com/downaraba.