Dos parkings públicos de Vitoria carecen de cargadores eléctricos pese a ser obligatorios desde 2023

El Ayuntamiento sólo ofrece este servicio en los aparcamientos cubiertos del Artium y el Iradier Arena, mientras que la estación de autobuses ultima la colocación de ocho puntos de carga. El equipo de gobierno interpreta que las instalaciones de Zaldiaran y Molinuevo no están sujetos a este decreto por no ser de uso público Sin embargo, el Consistorio aún no ha arrancado los trámites para llevar a cabo la instalación en Santa Bárbara y el Palacio Europa. Por su capacidad, el primer parking tendría que incorporar al menos ocho postes y el segundo, dos o tres (tiene 96 plazas, sin apenas uso).

A pesar de que es Tuvisa quien gestiona los aparcamientos cubiertos (a excepción de la estación de autobuses), el Consistorio asegura que se trata de un trámite que depende del departamento de Hacienda. «No vamos bien», admitió el concejal de Tráfico y presidente de Tuvisa, Iñaki Gurtubai (PNV). Por su lado, el edil de Elkarrekin Podemos Óscar Fernández (Berdeak Equo) lamentó que «la situación apenas ha variado desde octubre de 2022», cuando Vitoria ya contaba con las tomas del Artium y el Iradier.

Donde sí ha acelerado el Ayuntamiento (también lo reconoció el representante de la oposición) es en el despliegue de puntos de carga en el espacio público. En concreto, el Consistorio ha colocado 96 tomas para recargar vehículos eléctricos en diferentes puntos de la ciudad. Se trata de una cifra superior al objetivo que marca el plan de movilidad de Vitoria. Cabe destacar, eso sí, que la obligatoriedad de puestos de carga en parkings cubiertos tampoco se ha seguido con rigurosidad en los plazos por parte de otras ciudades del entorno.

La aplicación ha sido similar a las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), todavía por instaurar por la mayoría de las ciudades. En el caso de Vitoria, eso sí, la tardanza será algo más acusada, ya que está previsto que su entrada en servicio llegue «en el último trimestre del año». Bilbao, por su lado, prevé su entrada en vigor en torno a un mes. El próximo paso del Consistorio vitoriano será fijar las excepciones y los casos en los que los vecinos, comerciantes y gremios podrán entrar a la zona restringida. Su implantación persigue acabar con el «tráfico de paso», que un informe municipal todavía cifra «en un 30%».