Dos años de prisión y una multa de 10 euros por día para un 'estafador del amor'

Todo comenzó hace cinco años en la cola de la Dirección General de Tráfico en Vitoria, cuando la mujer conoció al que parecía el chico perfecto. La conexión fue tan fuerte que al poco tiempo se fueron a vivir juntos. A casa de ella, por supuesto. Antes de cumplirse los dos meses de relación en la que esta mujer asumía los gastos cotidianos, su 'Romeo' le convenció para que solicitara un préstamo personal. 15.691 euros que, al falsificar la firma de su 'novia', pudo retirar en una oficina bancaria. Con ese dinero en el bolsillo, el romance se esfumó tan rápido como llegó. Nada más adquirirlo, lo transfirió en La Rioja y se perdió el rastro del dinero.

La víctima, de perfil muy humilde, supo sobreponerse al «varapalo emocional» y enseguida denunció a su todavía amado, del que descubrió que, en realidad, era un timador. La investigación judicial destapó que presuntamente invirtió el dinero del préstamo en la compra de un coche, cuando a ella le prometió que serían para «una reforma en su vivienda». Ocurrió el mismo día que le concedieron el crédito a su víctima. En la sucursal, mostró a los dos empleados que le atendieron el DNI de esta mujer, firmó en su nombre y salió con un fajo de billetes. Al parecer, a ninguno de los dos trabajadores les pareció raro el movimiento. Aparte del dolor emocional, esta chica tuvo que pagar durante meses una cuota por un préstamo del que jamás disfrutó. Después de muchas conversaciones, y con la ayuda de su letrado, consiguieron que la entidad bancaria le condonase la deuda.

Ayer se puso fin a este proceso que el timador «había buscado dilatar lo máximo posible» al realizar durante años constantes cambios de abogados. Sin ir más lejos, ya en enero, el procesado estaba llamado a declarar en la Audiencia, pero no se presentó. Su último letrado aportó un informe médico del hospital madrileño de La Paz. La noche anterior a la vista sufrió una caída de un camión y precisaba «reposo», por lo que la causa se retrasó a este mes. La condena se vio agravada por el reconocimiento del daño, el abuso de confianza hacia la damnificada y la reincidencia, ya que este embaucador posee antecedentes. Con todo, se rebajó la pena que solicitaban la Fiscalía de Álava y la acusación particular, quienes reclamaban un global de cinco años, dos meses de cárcel y una multa.