Una docena de taxis de Vitoria ya tienen cámaras para prevenir las agresiones

Alatax (Asociación alavesa del taxi) envió el martes una circular a alrededor de doscientos profesionales del territorio -la gran mayoría, concentrada en la capital- con dos objetivos. Por un lado, dar oficialmente luz verde a la instalación de estos dispositivos, después de que en agosto ya se avanzase en su inminente implantación. Pero especialmente para orientar a los taxistas a la hora de instalar los equipos para no incurrir en ningún delito contra la protección de datos del cliente.

Una pegatina o cartel situado en el exterior del vehículo informará al cliente de la existencia de una cámara de videovigilancia. De esta forma, desde un primer momento ya será conocedor de que, en caso de incurrir en algún delito, las imágenes se podrán utilizar como prueba en la denuncia policial.

El equipo de seguridad, según la Agencia Española de Protección de Datos, la que se ha tomado como referencia para redactar la normativa, se ubicará en una zona que no resulte de fácil accesibilidad para el conductor. Uno de esos puntos podría ser el espejo central, dado que podría aportar una imagen más limpia de la parte trasera. Esta condición trata de evitar que el conductor no pueda manipular el dispositivo para así no despistar en la conducción.

Ahora bien, ¿cómo deberá actuar en caso de emergencia? Las cámaras no estarán filmando de manera continuada, sino que será el propio taxista el que active una especie de 'botón del pánico' para que comience la grabación. El contenido se almacenará en una memoria de la que se podrá extraer cuando haga falta.

Finalmente serán los propios taxistas los que asuman el coste por la instalación de estos equipos. El sector planteó, sin éxito, la posibilidad de recibir una subvención municipal. Ahora quedará en manos de cada trabajador la decisión de colocar estas cámaras, una medida que no viene contemplada en la ordenanza municipal. Y también si lo realiza en solitario o a través de una empresa.

Confían en que esta decisión permita atajar un problema que había llevado a algunos taxistas a evitar trabajar de noche. «Si el turno es de 22.00 a 6.00, hay quien termina a las 4.00 horas o antes. Buscan precisamente evitar estos incidentes. Prefieres perder dinero a que te dañen el coche», asegura desde hace años Juan Carlos Ruiz de Erenchun, presidente de Radio Taxi Vitoria.

Fue hace dos años, tras la pandemia, cuando se agravó el problema y empujó al sector a estudiar esta medida. De los insultos y episodios violentos, en algunos casos han pasado a las agresiones. En lo que va de año, ya se han denunciado dos. Pero hay más. Por ejemplo, a un taxista le lanzaron una maceta desde un balcón. A otro le provocaron importantes destrozos en su vehículo. «Se trata de una medida disuasoria con la que precisamente tratar de prevenir estos episodios. Además, no hay que olvidar que los profesionales nos encontramos solos», explica Ana Herrero, presidenta de Alatax.

También han tenido que lamentar clientes que se han marchado sin abonar la carrera. Unas circunstancias a las que no pueden poner freno con las actuales medidas recogidas en la ordenanza municipal. «Los vehículos podrán llevar instaladas mamparas de seguridad para proteger a la persona conductora», se detalla en el documento.