Veinte años de cárcel por abusar de dos menores tuteladas en Vitoria a cambio de dinero y chuches

Según refleja la sentencia a la que ha tenido acceso EL CORREO, esos encuentros se desarrollaron de manera paralela -ninguno de los hombres se conocía entre sí- y se prolongaron durante trece meses, entre enero de 2017 y febrero de 2018. Es decir, surgieron cuando ya había saltado a la esfera pública el 'caso Sansoheta' (los abusos a siete menores, la mayoría también dependiente de las instituciones locales), destapado por este periódico.

Pese a la magnitud de ese primer escándalo, el control foral también falló con estas dos pequeñas. Sus abusadores les dieron «regalos, chucherías y dinero en efectivo» con el ánimo de aprovecharse de ellas, ya que solían escaparse y recurrían a sus carteras para comprar droga. Ese supuesto altruismo escondía otros fines más oscuros, aunque estos adultos siempre han negado vínculo sexual alguno y conocer sus verdaderas edades.

«Buscaba una relación de tipo sexual», recrimina el fallo a uno de los procesados, que las cuadruplicaba en edad «Se pactaba el precio de realizar los actos sexuales», apunta el texto legal respecto al segundo imputado, tres décadas mayor que sus víctimas y que al menos mantuvo tres encuentros en su coche. En una ocasión abonó cien euros a cada adolescente por un 'servicio'.

Según dictaminó la unidad de Valoración Forense en el juicio, «ellas tenían una falsa sensación de control, pero era una relación abusiva y asimétrica». De los adultos hacia las niñas, que por ahora no presentan secuelas. Sus abusadores, que jamás emplearon la violencia física, se aprovecharon de que por aquel entonces sufrían dependencia de sustancias estupefacientes como la marihuana.

No ha sido un juicio fácil para los magistrados Elena Cabero, Jesús Poncela y Francisco García Romo. Arrancó en noviembre y hubo que suspenderlo hasta tres veces por la incomparecencia de la víctima más joven y de una testigo clave, amiga de las menores.

La primera nunca se presentó. Al no poder ofrecer explicaciones más concretas, el tribunal ha impuesto un castigo más laxo a los dos adultos, para quien la Fiscalía solicitó condenas de más de treinta años. Los cargos «probados» incluyen corrupción de menor de 16 años, delito continuado de abuso sexual sin penetración y otro con penetración, por los que pasarán un máximo de cuatro y diez años entre rejas respectivamente.

En este caso, los magistrados de la sala recurren a la norma previa a la ley del 'sólo sí es sí' al ser «más favorable» para el reo. La controvertida orden auspiciada por Podemos sí castiga de manera más severa los asuntos de «especial vulnerabilidad», como éste.

La Guardia Civil lideró la investigación policial de este caso, el cuarto en Álava de menores tutelados abusados a cambio de dinero. Aparte de Sansoheta, en febrero de 2017 se procesó al «novio» de una chica de 15 años que hizo de madame en su burdel. Aquella causa se archivó. No así la de un hostelero imputado por agredir sexualmente a una adolescente y pagar por sexo a otra, ambas tuteladas. Este procedimiento se celebrará en mayo.

En cuanto a esta sentencia por las dos menores de 12 y 14 años, aún no es firme. Y es que al menos uno de los abogados defensores, Juan Manuel Rodríguez, recurrirá al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. Una vez finalice el largo periplo de alegaciones y recursos a instancias superiores, la sala alavesa se reserva la opción de «expulsión» a sus país de origen -Venezuela y Pakistán- antes de que recuperen la libertad.

La Diputación de Álava, de la que dependían las pequeñas durante los meses que ocurrieron los hechos, declinó ayer comentar el fallo.