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El Grupo Alavés de Defensa y Estudio de la Naturaleza, Gaden, ha denunciado ante la Fiscalía de Medio Ambiente de Álava las agresiones que han sufrido dos gatos callejeros en Iruña de Oca. Uno de ellos apareció la semana pasada con un perdigón cerca del ... ojo, según ha informado una de las personas voluntarias encargadas de la atención de las colonias callejeras del municipio. Afortunadamente, «se encuentra en buenas condiciones de salud y sin aparentes secuelas», ha explicado. Los autores de estos ataques, aún no identificados, se podrían enfrentar a penas de prisión de 12 a 24 meses.
Y esto aumenta la preocupación con las colonias de la localidad. Porque no es el primer ataque que registran. El Ayuntamiento y Gaden mantienen un convenio para la captura, esterilización y suelta de los animales y así evitar su proliferación y mantener en buen estado de salud los grupos ya detectados en el municipio. Y fue durante estas labores cuando el pasado 25 de febrero dieron con otro caso. «Ocurrió una agresión similar con un gato llamado 'Whiski', que desapareció y fue encontrado tres semanas después con serias lesiones».
Al igual que ahora, el informe veterinario detallaba que el animal fue atacado con balines. «El gato tenía un balín alojado en la quinta vértebra lumbar». Aunque sus consecuencias fueron mucho más graves. «Provocando problemas de movilidad severos y otras complicaciones graves de salud», informaron.
Con la denuncia presentada en la Fiscalía, Gaden espera que se sancione a los culpables. Por eso, ha pedido «que admita la denuncia y que la tramite con urgencia». La decisión de recurrir a los Tribunales cuenta con el apoyo del Ayuntamiento. Los hechos podrán calificarse como «un delito de maltrato animal con resultado lesivo, agravado por el uso de armas y el ensañamiento lo cual puede conllevar penas de prisión de 12 a 24 meses y de inhabilitación especial de dos a cuatro años».
La asociación ha explicado que «la agresión a animales indefensos no solo es un acto de crueldad, sino que también constituye un delito grave que debe ser perseguido con la máxima contundencia», declaró un representante de Gaden. «Es imprescindible que se tomen medidas para proteger a los gatos comunitarios de Iruña de Oca y asegurar que los responsables de estos actos no queden impunes».
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