PSE y PNV discrepan sobre dar prioridad a la llegada de TAV o al soterramiento

El intercambio de los puntos de vista se produjo de forma pública durante la presentación del tranvía a Zabalgana, un proyecto que estaba supeditado al propio soterramiento pero que se ha corregido ante la descomunal demora de túnel. Las cuatro administraciones coinciden en que la fórmula definitiva debe ser la de ocultar el tren bajo tierra en el corazón de la ciudad, pero discrepan a la hora de plantear escenarios alternativos. «La alta velocidad debe llegar soterrada. No contemplo otra posibilidad. Hay un acuerdo para ello», aseguró el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, postura en la que coincide el diputado general, Ramiro González. «No se contempla que haya una solución no soterrada. Es perfectamente posible y necesitamos que lo sea», subrayó el jefe del gobierno foral.

Sin embargo, el consejero de Transportes, Vivienda y Planificación Territorial, Iñaki Arriola (PSE), respondió que «tener planes B es de sentido común», y reiteró que la llegada del TAV en superficie es una opción que ya se estudia en el Gobierno vasco. «Apostamos por la solución soterrada. Pero si vemos que después de los muchos años de obra cabe la posibilidad de poner el servicio cuanto antes, no hay que desdeñar» una actuación provisional, reiteró.

El nuevo escenario, que era casi una cuestión tabú hace solo unos meses, responde a los avances que parece experimentar la 'Y vasca' y el tramo Burgos-Vitoria, clave para la posterior conexión con Madrid. «Después de muchas dudas y aplazamientos, parece que el estudio informativo se aprobará de forma inminente», apuntó Arriola respecto a este último. Según explicó el consejero, ese trayecto estaría listo «para finales de 2026 o 2027», justo al mismo tiempo que se ha fijado la llegada del TAV a Euskadi. «Teniendo el tren a las puertas de Vitoria, tiene sentido su puesta en marcha cuanto antes», concluyó el responsable socialista.

Arriola recordó que la integración soterrada está «sometida» al estudio informativo, los informes ambientales y a la resolución de las alegaciones, que se han demorado más de lo previsto. «Tener una alternativa no supone descartar el soterramiento. No son incompatibles, y la coyuntura de 2027 nos lo dirá. Mantenemos los compromisos y el soterramiento se hará. Pero también digo que cuanto antes pongamos en marcha el servicio, mejor», afirmó el consejero.

«Es cierto que en Vitoria y Bilbao se prevén integraciones soterradas del tren, que son muy interesantes desde el punto de vista de la transformación urbana. Pero no perdamos de vista que el objetivo del TAV es que la ciudadanía pueda usar un servicio de transporte. En la medida que fuera posible, lo haríamos», zanjó Arriola.