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Hay veces que las Juntas Generales de Álava se convierten en una especie de cámara de segunda vuelta del Pleno del Ayuntamiento de Vitoria. Lo ... que se debate en una cámara se traslada a la otra para reiterar las posiciones de cada uno. Este viernes, sin embargo, el PNV y PSE han sacado adelante una moción sobre la necesaria restauración del Monumento a la Batalla que supone que la Diputación se sumará a «colaborar» con el Consistorio en «la realización de una propuesta de conservación y restauración integral» de este emblema del vitorianismo y «en un plan de mantenimiento tras su restauración». Todo esto, claro está, después de que se realice un estudio en el que se determine con exactitud el estado de conservación de la obra y se lleven a cabo «los análisis y pruebas científicas imprescindibles».
Pero, ¿a qué se debe este matiz tan importante? El PSE, el partido que ostenta la cartera de Cultura en la Administración foral, ha explicado en la comisión que el Gobierno alavés les ha «trasladado» que al formar parte del patrimonio de la ciudad «si se puede colaborar y ayudar, así se va a hacer». Hasta ahora, se había entendido que el único papel de la Diputación en todo esto proceso era la redacción del informe que EL CORREO publicó en exclusivo y que ve imprescindible la reforma integral del monumento porque apuntan que sufre un «grave proceso de erosión», por lo que piden un diagnóstico que fije las pautas para su restauración.
«No sólo estamos hablando de un monumento, sino de un símbolo y una imagen de lo que se nos viene a la cabeza cuando hablamos de la plaza de la Virgen Blanca», ha reconocido la socialista Estíbaliz Canto, quien ha puesto de relieve el material «arenisco» del que está construido y cómo es bastante inestable. EH Bildu no ha compartido estos criterios y a través del procurador Iñaki Ullibarri ha denunciado que esto sucede por la «macrocefalia» alavesa, ya que -en su opinión- no se asumiría el mismo criterio para el patrimonio de la zona rural.
El PP, el partido que había impulsado el debate, se abstuvo en la votación, ya que querían que se incluyese a este elemento en la figura de bien de interés cultural (BIC). El popular Jorge Ibarrondo ha defendido que, si adoptase esa categoría, las autoridades alavesas podrían recurrir a fondos europeos Next Generation. «Son bienes de interés cultural otros elementos como el Cinturón de Hierro de Bilbao o el Cargadero de la Orconera en Barakaldo, que sí se están beneficiando de este tipo de ayudas. Sería aprovecharnos de algo que ofrece el Gobierno central», ha reivindicado el conservador que, sin embargo, no ha considerado convencer al resto de partidos políticos.
El resto de la Cámara foral ha defendido que antes de adoptar esa categoría es recomendable contar con un diagnóstico exacto de la situación en que se encuentra el Monumento de la Batalla. Un trabajo que tendrá que sacar a licitación el Ayuntamiento de la capital.
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