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La Diputación de Álava cuenta con una «ineficaz y obsoleta» estructura, que un informe externo llegaba a comparar con un «reino de taifas». Por eso, ... el análisis que se encargó hace dos años a la empresa Consultores de Gestión Pública que publicó en exclusiva EL CORREO requiere de un «replanteamiento generalizado» de su plantilla de 956 funcionarios. Unos cambios que han empezado en dos de los departamentos más grandes (Agricultura y el que aúna Empleo, Comercio, Turismo y Administración Foral).
Nadie quiere que este proceso se eternice o termine guardado en un cajón, y el PP ha conseguido sacar adelante una moción en las Juntas Generales que obligará al Gobierno foral a presentar «el calendario de las actuaciones necesarias para la actualización de las estructuras administrativas forales a realizar en un plazo de seis meses». Una iniciativa que este miércoles ha contado con el respaldo del PNV y PSE en las Juntas Generales, aunque hace un año los populares incluso reclamaron la dimisión de Cristina González -titular de Función Pública- cuando trascendieron los resultados de este demoledor informe.
El PP quiere que haya una «reconversión estructural importante que pueda solucionar los problemas» y para eso se necesita un cronograma. «Llevamos años denunciando que nos encontramos ante un búnker burocrático en que la Diputación trabaja más para sí misma que para el ciudadano. No queremos un lavado de cara. Queremos hacer un seguimiento y pedir un cumplimiento de las acciones para conseguir la reforma que necesita la Diputación», ha argumentado Elisabeth Ochoa de Eribe, que ha sido foco de las críticas de EH Bildu por obviar a los sindicatos en todo este proceso.
La socialista Eva Jiménez, por su parte, ha recordado que la Comisión autonómica de Coordinación del Empleo Público ha establecido la necesidad de modernizar «a medio o largo plazo» las administraciones. «El cambio organizativo se debe realizar en todas las instituciones, cuenten o no con un informe propio, y en este caso, la Diputación va por delante del resto», ha indicado. «La estructura foral debe actualizarse y precisa de cambios y mejoras que deben ser consensuados con la parte social», ha añadido Itziar Ircio, del PNV.
José Damián García Moreno, de Elkarrekin, ha criticado que la Diputación cuente con alrededor de 60 altos cargos. «Si este desorden organizativo ocurre en la cúspide, no es extraño que su efecto se propague hacia los niveles inferiores, generando ineficiencias y desajustes en toda la estructura», ha considerado.
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