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El despliegue de las energías renovables en Álava ha motivado un inusual punto de consenso entre los partidos políticos en las Juntas Generales. La Cámara provincial ha sacado adelante en la sesión plenaria de este miércoles una iniciativa para instar al Gobierno vasco a «atender ... y valorar» las alegaciones presentadas por la Diputación y los colectivos alaveses -sociales, ecologistas y vecinales- al Proyecto de Aprobación Inicial del Plan Territorial Sectorial (PTS) de energías renovables. Se trata de la herramienta de ordenación de suelo para el despliegue de iniciativas 'verdes' en la comunidad autónoma.
El parlamento alavés, a instancias de Elkarrekin Podemos, ha acordado un texto secundado por la propia formación morada y PNV, PSE, PP y Vox (EH Bildu se ha abstenido) que persigue «buscar el mayor consenso político y social posible». Una iniciativa que también reclama al Ejecutivo de Lakua a «prestar especial atención» a los impactos indicados en las Zonas de Localización Seleccionadas (ZLS) para la energía eólica de Cantoblanco, Bóveda-Peña Risca-El Raso-Astúlez, Monte Jaundel y la ampliación del parque eólico de Azáceta en la zona occidental de Montes de Iturrieta.
«Las alegaciones de la Diputación dejan claro que hay ciertas Zonas de Localización Seleccionadas en las que sería inviable la implantación de renovables y que deberían eliminarse del PTS, algo que consideramos imprescindible», ha recalcado David Rodríguez, portavoz de los morados. Desde el PNV, el juntero Garikoitz Bengoa abogó por que el Gobierno vasco «resuelva las alegaciones con celeridad», mientras el PSE defendió «un acuerdo social» para «impulsar las renovables, agilizar los trámites y el respeto institucional», como manifestó la procuradora socialista Estíbaliz Canto.
Más crítico, el representante del PP Borja Monje cargó contra un PTS que «ha aparecido como un elefante en una cacharrería». Según censuró, «no tiene en cuenta los acuerdos de Álava, ha recibido más de 40.000 alegaciones, genera conflictos con las directrices de ordenación del territorio, desacuerdos con los planeamientos municipales e invade y ocupa zonas que todos habíamos acordado proteger». Vox, a través del juntero Jonathan Romero, compartió «la preocupación por el deterioro paisajístico que estas instalaciones podrían generar».
Por parte de EH Bildu, Xabier Valdor reivindicó «realizar un proceso participativo de verdad» acerca de las renovables porque «lógicamente, el Gobierno vasco considera todas las alegaciones. Otra cosa es que luego no les hace caso», recriminó.
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