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Tras el cierre de los centros de día decretado el sábado por el Gobierno vasco para frenar la expansión del coronavirus entre una población especialmente vulnerable, la Diputación Foral de Álava ha adoptado medidas excepcionales para paliar esa clausura. Las personas que más lo ... necesiten podrán seguir haciendo uso de este servicio. Se van a mantener abiertos tres centros de día de la capital alavesa: Zadorra, Bizia y Ariznabarra, con 15, 14 y 18 plazas, respectivamente. En total se atenderá a 47 dependientes. De hecho, desde este lunes ya acogen a personas con necesidades urgentes, es decir, mayores que viven solos o cuyas familias no pueden hacerse cargo durante la jornada, por lo que no pueden permanecer en sus hogares. En principio, el cierre de los centros de día se va a limitar a esta semana, aunque existe la posibilidad de que se amplíe dependiendo de la situación epidemiológica.
La decisión de abrir tres de ellos fue adoptada después de un intenso fin de semana de llamadas por parte de responsables del Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS) a las familias para detectar las necesidades reales. Los tres centros están funcionando a la mitad de su aforo normal y se están «extremando» todas las medidas de seguridad sociosanitarias para garantizar el bienestar de los usuarios. El horario de apertura es el habitual -de 9.00 a 18.00 horas, aunque es flexible- y se siguen sirviendo el almuerzo y la merienda. También se llevarán a cabo el resto de actividades normales manteniendo las distancias y los protocolos de higiene.
En Álava existen 11 centros de día forales (9 en Vitoria, uno en Salvatierra y otro en Llodio) que dan servicio a 358 mayores. A estos hay que sumar los 2 centros de día para personas con discapacidad que también han sido clausurados temporalmente tras la orden del Gobierno vasco; Etxebidea y Ehari, destinados a los casos más graves. Los otros dos equipamientos forales para personas con discapacidad permanecen abiertos.
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j. hernández | m. Rego
En paralelo, la Diputación ha puesto en marcha otro par de medidas destinadas a facilitar el día a día a personas usuarias de centros de día que ahora tienen que permanecer en casa debido al aumento de casos de Covid-19 y sus familiares. La primera es la activación del servicio de comidas a domicilio elaboradas por Indesa; una opción que ya funcionó durante el confinamiento. Según fuentes del departamento de Políticas Sociales, por ahora solo se han acordado una decena de comidas y ninguna cena, aunque siguen las comunicaciones para cubrir todas las necesidades. También se está en contacto con los usuarios de los CRAD (centros rurales de atención diurna), aunque dependen de los Ayuntamientos de la zona rural alavesa, por si necesitasen recibir comidas.
Por otro lado, se ha activado un SAD (Servicio de Ayuda a Domicilio) de carácter urgente para quienes no utilizaban este servicio, así como la ampliación de horas de atención a quienes ya eran personas usuarias pero precisan en estos momentos de mayor intensidad de la ayuda.
Este cierre de los centros de día llega apenas dos meses después de su reapertura, y cuando todavía no se habían reincorporado la totalidad de usuarios. Algunos todavía albergaban cierto temor y prefirieron no volver. En el caso de las residencias también se ha dado un paso atrás, a fases anteriores de la desescalada. Desde ayer limitan la salida de sus internos a la calle y solo podrán recibir visitas de una persona al día.
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