Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Las residencias de personas mayores vuelven hoy a la normalidad. Las restricciones que aún existían para las salidas y las visitas de familiares se eliminan una vez que se ha puesto punto final a la Emergencia Sanitaria por parte del lehendakari. Pero, en estas últimas ... semanas de vigencia de los protocolos, la Diputación de Álava ha denunciando ante la Fiscalía a un geriátrico situado en la comarca de Ayala por permitir un número de salidas «muy inferior» al establecido.
Y es que sobre el papel podían realizarse todos los días, pero la dirección los limitaba a tres veces por semana y con una duración máxima de una hora. Protestaron dos usuarios de los 52 que puede albergar este centro, quienes trasladaron sus quejas al Instituto de Bienestar Social de la Diputación (IFBS). Más allá de abrir un expediente por parte del servicio foral de Registro e Inspección, que está en fase de instrucción y supondría una multa de 28.000 euros, se trasladó su contenido al Ministerio Público que ya ha pedido las alegaciones a los responsables legales de la residencia.
La dirección del centro La Encina de Artziniega reconoce a este periódico que «puede ser que nos equivocásemos» a la hora de establecer este criterio en concreto, pero el objetivo siempre ha sido salvaguardar la salud de los internos. «La verdad es que no creo que lo hayamos hecho tan mal cuando no hemos registrado ningún caso de covid entre los residentes», subraya. «Bajo nuestro criterio era suficiente con tres salidas a la semana de una hora y así se lo trasladamos a la Diputación. Sus responsables nos reclamaron que ablandásemos nuestros criterios y así lo hicimos, pero resulta que coincidió con que dos trabajadoras se infectaron y limitamos los paseos terapéuticos al jardín de 600 metros cuadrados del centro hasta que se nos remitió el expediente sancionador», detalla. Esta sucesión de acontecimientos, que tuvo lugar en septiembre, hizo que el geriátrico flexibilizase las medidas para ahorrarse mayores problemas. Una «corrección» que la Diputación también ha comunicado a la Fiscalía.
Precisamente, hoy desaparecen todas esas limitaciones que pesaban sobre las residencias. Tuvieron que confinarse antes que el resto de la sociedad y durante los últimos 19 meses han sufrido restricciones. Ahora sólo será obligatorio el uso de la mascarilla y respetar la distancia de seguridad entre personas. Esto último inevitablemente obligará a que se tengan que controlar los accesos y aforos. También será necesaria la sectorización de los equipamientos para mantener la separación entre grupos de usuarios para poder controlar posibles rebrotes.
Sí que sigue en vigor el protocolo de 23 de agosto que obliga a realizar cribados con PCR entre internos y trabajadores cuando la tasa de incidencia del territorio histórico supere los 300 casos por cada 100.000 habitantes. Un listón que ahora mismo parece muy lejano porque Álava ronda los 55.
Tras un año y medio, los residentes ya podrán salir a la calle de paseo cuando deseen y sus familias tendrán la posibilidad de entrar de visita al centro que, además, podrá desarrollarse en cualquier estancia de las instalaciones. Una cuestión que hasta la fecha había provocado importantes quebraderos de cabeza a los responsables forales de Políticas Sociales que querían mantener un equilibrio entre la salud mental y la seguridad en la lucha contra el coronavirus. Con la inoculación de las tres dosis de la vacuna a la mayoría de los usuarios se confía en mantener bajo control esta situación.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.