
La Diputación de Álava está descontenta con el servicio de recogida de papel y cartón en los pueblos. «Presenta deficiencias en su ejecución de acuerdo ... a lo estipulado en el contrato de adjudicación y en el pliego de condiciones técnicas del mismo», admite la diputada de Sostenibilidad, Saray Zárate, en una intervención en las Juntas Generales sobre la labor desarrollada por la empresa Daorje. No es una opinión particular. La Administración foral ha recogido veinte quejas o escritos formales, además de 952 emails durante el último año.
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«Cabe destacar que, además de las quejas oficiales recibidas por escrito, ya sea por registro o por correo electrónico, se ha dado respuesta a multitud de incidencias notificadas por vía telefónica y WhatsApp que no son incluidas en el registro interno de quejas», apuntó Zárate en una respuesta enviada al grupo juntero de EH Bildu. Unas quejas que han sido remitidas tanto por entidades locales como por vecinos a título particular.
Estas protestas sobre el funcionamiento del contenedor azul se comunican «a la mayor brevedad posible» a Daorje. La Administración foral hace un seguimiento «hasta su resolución», pero también se ha dado el caso de que los ayuntamientos y juntas administrativas locales han tenido que contratar a otra empresa para cubrir esos servicios extraordinarios. «Han sido muy habituales las quejas recibidas mediante llamadas telefónicas. En todos los casos, se les ha transmitido la problemática existente con el servicio, se les ha agradecido su paciencia y colaboración, y se ha hecho llegar la incidencia de forma inmediata a la empresa para su subsanación», explica.
La imposición de sanciones a la adjudicataria ha sido recurrente desde hace un año. Lo que se inició como un conflicto laboral después se convirtió en un problema en la prestación del servicio que la Diputación atajó con la imposición de sanciones. Tal es el número que ya nadie descarta que se tomen las medidas oportunas.
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De hecho, ya el pasado mes de agosto, la Cuadrilla de Gorbeialdea decidió sancionar a esta adjudicataria con 145.000 euros por las deficiencias en la recogida de la basura. Por su parte, el Ayuntamiento de Labastida contrató ese mismo mes un refuerzo para la retirada del acumulado de cartón en los puntos de vertido cercanos a los contenedores porque el pueblo parecía «un vertedero», señaló entonces su alcalde, Daniel García (PP).
El conflicto se generó en febrero del año pasado, cuando la plantilla de Daorje dejó de hacer horas extras en demanda de mejoras en el convenio. Aunque en julio se firmó un acuerdo para resolver esas diferencias, la llegada de las vacaciones, bajas y algunas averías en los camiones hicieron que el problema aflorara de nuevo. En aquel momento, el departamento de Medio Ambiente anunció que abriría expedientes sancionadores.
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