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El alcalde de Iruña de Oca, el socialista Javier Martínez, presentó este viernes su dimisión. Tras dos semanas rodeado por la polémica, el dirigente del PSE decidió dar un paso atrás una vez que el PNV -segundo partido del Ayuntamiento- impugnara los presupuestos del ... municipio alavés, aprobados hace un mes y que ahora se encontraban en fase de exposición pública.
El origen de su adiós después de 16 años en el cargo -era el segundo más veterano y el único socialista del territorio histórico- es una sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), que obliga al Consistorio a desembolsar más de 840.000 euros por no cambiar a urbanizable los terrenos que se entregaron a siete propietarios que se habían visto afectados en una permuta. El miércoles toda la oposición en pleno había solicitado su dimisión, aunque eludieron convertirlo en moción de censura ante la falta de un candidato alternativo.
Javier Martínez consideraba que esta situación iba a generar «un clima de desgobierno». «No hay mayoría y yo no voy a ser un obstáculo», remarcó. En una comparecencia sin preguntas cargó con dureza contra quienes «han aprovechado hechos para relucir navajas de envidia» y que tienen falta de ambición para mejorar con un evidente estilo «pueblerino» que han desembocado «en un envenenamiento público para esta situación».
Sobre quién tomará su relevo en este proceso que ahora arranca y podría durar un mes, se citó a Miguel Ángel Montes, hasta ahora su 'número dos' en el grupo municipal socialista. Eso sí, tendrá que recuperar el apoyo de parte de la oposición.
«El mandato de Javier Martínez ha llegado a su fin, debe dejar sus responsabilidades a otros y renunciar al cargo de alcalde. Él es quien debe asumir responsabilidades y dar paso a sus compañeros», apuntaron el jueves los jeltzales de Iruña de Oca. Un auténtico ultimátum visto el reparto de fuerzas en el Ayuntamiento. El PSE gobierna con cuatro concejales, el PNV dispone de tres, hay otros dos de EH Bildu, mientras que el PP y Podemos cuentan con uno.
De hecho, los nacionalistas ni siquiera apoyaron a Martínez en su investidura -se abstuvieron- en buena medida por la tensa relación que arastran los dos partidos a nivel local desde la misma entrada al poder del hasta ahora regidor hace 16 años, cuando aprovechó la inhabilitación del exalcalde nacionalista Manuel Rivas para llegar al poder.
Al varapalo económico se suma el accidente de tráfico que protagonizó el pasado 2 de enero, aunque sus rivales políticos han preferido obviarlo. La Fiscalía ha abierto una investigación oficial al contar con indicios de que abandonó el lugar sin completar las diligencias con el otro afectado y por haber dado positivo en un control de alcoholemia que, eso sí, se realizó horas después del suceso.
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