40 días sin robos en pisos en Vitoria

Aparte de sanear la estadística oficial de delincuencia, esta anomalía evidencia que las investigaciones policiales discurren por la senda correcta. Mientras en el resto de delitos suele estar involucrado un vecino de Vitoria, los robos a pisos los acaparan bandas venidas desde otras provincias». Desde Madrid, Cataluña y Levante, principalmente.

«Ellos hacen sus giras. Están dos o tres días aquí y cambian de ciudad. Con la cuarentena no se atreven a asumir ese riesgo», cuentan a EL CORREO policías especializados. «Aparte de que en sus lugares de residencia también hay un confinamiento que dificulta cualquier movimiento y más si es para cruzar media España. Es demasiado riesgo». Los desplazamientos sin motivo de peso están prohibidos con el estado de alarma.

El cierre de hoteles y pensiones –sí, los delincuentes también necesitan descansar– representa el segundo obstáculo insalvable. «Hay al menos una banda que cuenta con infraestructura en el País Vasco (cómplices que residen aquí y les dan cobijo), pero el resto tira de establecimientos hoteleros». Se inscriben como turistas con la idea de pasar desapercibidos.

Esa fue la táctica usada por tres italo-croatas sorprendidas en febrero por la Ertzaintza. En el espacio de 24 horas las identificaron en Vitoria y Bilbao. Este grupo se desplaza en autobuses de línea. Lo mismo que una banda de georgianos famosa por actuar la pasada Nochevieja en San Martín y Ariznabarra. Estos fueron pillados 'in fraganti' y enviados a la prisión de Zaballa.

El robo a pisos en un delito que «va por rachas». La temperatura se incrementa en las fechas festivas, como julio, agosto o Semana Santa. «Hay jornadas en las que tranquilamente puedes tener cuatro o cinco denuncias». Según el Ministerio de Interior, Vitoria soportó el año pasado un promedio de 1,1 asaltos al día. La última oleada data de principios de marzo, con el centro como principal área afectada.

Felpudos movidos, marcadores en las juntas de las puertas, tiras de pegamento... Estos ladrones primero comprueban qué vivienda esta vacía y, a las pocas horas actúan. «Ahora tampoco podrían hacerlo porque la mayoría de los ciudadanos permanece confinado en sus hogares las 24 horas. No les compensa tanto riesgo».