Detienen a un alavés en el eurotúnel con dos inmigrantes ocultos en su coche

Al subir la tapa, los agentes descubrieron a dos personas, «inmigrantes de origen moldavo», según fuentes conocedoras de la investigación. Presuntamente, este vitoriano y su cómplice pretendían colarles de manera irregular, sin pasar control alguno, atravesar bajo tierra el Canal de la Mancha y dejarles en territorio inglés.

Ni siquiera llegaron a internarse en el paso fronterizo. Tanto el conductor como el copiloto fueron detenidos de inmediato. Pasaron casi cuatro días retenidos en calabozos hasta que un juez les puso en libertad con cargos. Todo indica que en unos meses serán citados para una vista oral en el norte de Francia, donde podrían enfrentarse a penas de consideración.

Medios conocedoros de la investigación remarcan que este alavés habría cometido un doble delito ya que en el momento de los hechos «se encontraba en situación de arresto domiciliario» por una causa en el País Vasco. En un momento dado, supuestamente se saltó este veto y viajó hasta Bélgica. Allí, «contactaron con él y con el otro imputado para ofrecerles un 'negocio', pasar a dos inmigrantes de manera ilegal al Reino Unido».

Se cree que esta mafia les puso sobre la mesa 3.000 euros, la mitad para cada uno de ellos si culminaban el encargo. Se desconoce aún si jugó en su contra algún chivatazo o el aumento de las medidas de seguridad en el eurotúnel ante la inminente llegada del brexit (la salida del Reino Unido de la Unión Europea). Sí es verdad que desde el 1 de septiembre, los controles se han agudizado en este paso fronterizo vital.

Cada año, casi 20 millones de personas cruzan este túnel, el tercer más largo del mundo gracias a sus cincuenta kilómetros de longitud por debajo el mar.

El ahora investigado en territorio francés tardó poco en meter la pata a su regreso a la capital alavesa. Policías locales le detuvieron después de que se quejaran en su bloque del estruendo que había en su casa.Hasta allí acudieron varias dotaciones de la Guardia urbana a tratar de poner paz.

No sólo no lo lograron sino que este veinteañero acabó detenido. Sorprendió mucho en los uniformados la «resistencia» con que se empleó. Después entendieron la razón. «Pensaba que íbamos a por él para llevarle de vuelta a Francia», deslizan medios internos de la comisaría de Aguirrelanda.