El deterioro del Monumento a la Batalla le condena a la lista roja de patrimonio en peligro

Es un centenario con achaques, muchos achaques. El Monumento a la Batalla de Vitoria se levantó el 4 de agosto de 1917 y desde entonces ha sufrido los efectos del implacable paso del tiempo, los rigores del crudo clima vitoriano y también del vandalismo y la desidia. A pesar de las intervenciones, siempre superficiales, que se han realizado en el conjunto escultórico, el deterioro es patente a simple vista y se aprecian con claridad que elementos como gorros, sables, bayonetas, plumas, espuelas, estandartes o símbolos están dañados, doblados o, directamente, desaparecidos.

«Falta el ramo de olivo, hay daños en el caballo del General Álava, se han desprendido elementos de la piedra y también de bronce», enumera el investigador Patxi Viana, presidente de la Asociación Histórica Vitoria 2013. que desde hace años libra su particular pugna para sacarle lustre al icono que conmemora un pasaje tan fundamental de la historia de los vitorianos.

Los historiadores llevan años batallando contra la desidia institucional, llamando la atención sobre el severo estado de abandono del Monumento, «sin que nunca haya existido un compromiso real de protegerlo», destaca Viana. Hartos de tanta desidia, los historiadores decidieron dar un golpe en la mesa y hace unos meses hicieron llegar a las instituciones alavesas un extenso documento en el que argumentaban, negro sobre blanco, la necesidad de cuidar el conjunto escultórico. Su intención era tratar de lograr, por fin, el respaldo del Ayuntamiento de Vitoria y de la Diputación de Álava antes de iniciar los trámites para solicitar al Gobierno vasco la declaración del Monumento como Bien de Interés Cultural. Así se blindará su protección.

Mientras, los historiadores decidieron pedir a la asociación Hispania Nostra, que se dedica a la defensa del patrimonio cultural español, que incluyera al Monumento a la Batalla de Vitoria en su lista roja. El directorio que busca concienciar del estado de bienes en peligro ya recoge otros casos sonrojantes en la capital alavesa como el Palacio Álava-Esquível, la gasolinera Goya o la casa Alfaro.

La petición de la Asociación Histórica Vitoria 2013 no ha caído en saco roto. El comité científico de y Hispania Nostra ha «considerado oportuna la inclusión del Monumento a la Batalla de Vitoria en la lista roja». El conjunto escultórico entrará en la última actualización del directorio junto al caserío Astiñene de San Sebastián. «Si se observa al detalle, se aprecia el mal estado de las esculturas, de los frisos que componen el Monumento, que no tiene garantizada su supervivencia a medio y largo plazo», apunta el profesor de Geografía Historia Igor Cacho, delegado de Hispania Nostra en el País Vasco. Él ha sido el encargado de proponer la inclusión del conjunto en el directorio de patrimonio en peligro. «Estamos hablando de algo excepcional, único», apostilla.

Gabriel Borrás comenzó a esculpir la apabullante obra en 1915. Y no fue inaugurada hasta dos años después. Sin embargo, la idea de levantar un conjunto en recuerdo a la Batalla de Vitoria, capaz de narrar la anterior fue anterior, muy anterior. La aprobación de la construcción tuvo lugar en las Cortes de Cádiz, en 1813. La sensibilidad actual de las instituciones es muy distinta. «Si hay este desinterés es porque se considera que es un elemento bélico y nada más lejos de la realidad: esto es nuestra historia», defiende el historiador Patxi Viana. Él está dispuesto a plantar batalla.