![Un detenido se fuga de Txagorritxu y acaba arrestado al dar una identidad falsa](https://s3.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/201903/26/media/cortadas/TXAGO-kgn-U701014873340xiD-624x385@El%20Correo.jpg)
![Un detenido se fuga de Txagorritxu y acaba arrestado al dar una identidad falsa](https://s3.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/201903/26/media/cortadas/TXAGO-kgn-U701014873340xiD-624x385@El%20Correo.jpg)
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En apenas 24 horas pasó por dos comisarías, compareció otras tantas veces en el juzgado y fue atendido en el hospital Txagorritxu. Y entremedias protagonizó una huida a pie, a la postre infructuosa, que comenzó después de ser atendido por los servicios ... médicos del HUA. La cascada de acontecimientos, según ha podido saber este periódico, ocurrió entre el domingo y el lunes. La protagonizó un ciudadano de origen magrebí de 21 años, con una orden de expulsión en su contra.
A media mañana de la jornada festiva, efectivos de la Policía Nacional -fuerza competente en materia de extranjería- detuvieron a este joven, oficialmente domiciliado en el Aterpe, un centro de acogida temporal dependiente del Ayuntamiento de Vitoria. Las siguientes horas las pasó en las dependencias de este cuerpo en Betoño. Allí, deslizan fuentes policiales, se constató la existencia -y vigencia- del mandato de expulsión expedido en la primavera del año pasado.
Conforme pasaron las horas, el veinteañero dijo sentirse indispuesto. Sobre las cuatro de la tarde, sanitarios le atendieron en Betoño. Como persistían los dolores, decidieron evacuarlo al hospital Txagorritxu para una exploración más exhaustiva. Nada grave le descubrieron en el centro médico, así que para las seis y media recibió el alta. Tocaba volver a comisaría. Esta vez en un coche patrulla. Cuando los agentes procedieron a introducirle en el interior, el joven hizo un quiebro. Lo suficiente para zafarse de los policías y emprender la fuga a la carrera hacia el barrio de San Martín.
Le perdieron la vista en la zona de soportales cercana a Beato Tomás de Zumárraga. Pese a peinar el barrio ya no quedaba rastro del sospechoso. Sobre las nueve y cuarto de la noche y con la Policía Nacional ya en otros menesteres, en Aguirrelanda -base de la Guardia urbana- recibieron una llamada en el 092 que alertaba sobre una pelea en las inmediaciones de un bar de Ariznabarra, a unos dos kilómetros del punto de escape.
Hasta ese local se desplazaron varias patrullas. Una se percató de la sospechosa reacción de un joven, quien al ver la concentración de uniformes hizo mutis por el foro. Cuando le pararon e identificaron, aportó una filiación falsa, con tal mala suerte para sus intereses que en la base de datos ese nombre figuraba como un delincuente con varias cuentas pendientes. De nuevo logró revolverse y desaparecer.
Pero en esta ocasión, la evasión apenas duró unos minutos. Varias patrullas peinaron el barrio y una le descubrió escondido entre unos arbustos. Presuntamente se enfrentó a los uniformados, llegando a agredir al menos a uno de ellos. Segunda detención en un intervalo de apenas diez horas.
La mañana del lunes, después de pasar la noche en un calabozo de Aguirrelanda, visitó el Palacio de Justicia, donde pasó a disposición judicial acusado de atentado a la autoridad. En el juzgado de guardia, Instrucción número 2, le tomaron declaración y dejaron en libertad con cargos. Solo que nada más pisar la calle se topó con efectivos de la Policía Nacional. Vuelta a empezar. Y otra visita más al edificio de la Avenida de Gasteiz.
Tras estudiar la orden de expulsión, la autoridad judicial decidió su puesta en libertad debido a un defecto de forma en el documento. Por lo que, tras casi 24 horas de continuas idas y venidas, el joven regresó a la calle.
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