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Los vecinos de Salvatierra se encontraron ayer con una desagradable sorpresa cuando descubrieron que unos desconocidos habían destrozado un bar de la localidad. La caja registradora despedazada y en el suelo, lunas reventadas, sillas desperdigadas y varias botellas rotas fue la estampa que se ... encontraron los primeros testigos del local.
Se trata de la primera ocasión en la que se produce un suceso de este tipo en Salvatierra durante la emergencia sanitaria y su inherente confinamiento. El estupor, por tanto, fue doble al comprobar que alguien había vulnerado el encierro del estado de alarma para causar importantes daños en un establecimiento. Fue el perjuicio material el más elevado del allanamiento, ya que el bar acumulaba seis semanas cerrado y sin recaudación en la caja.
Algunas fuentes del gobierno local, del PNV, apuntaron a que las «visitas inesperadas» a negocios de hostelería se habían convertido en un preocupante hábito en el último año, con diversos robos y, sobre todo, destrozos que han elevado la sensación de inseguridad en el sector.
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