Destroza dos boxes del hospital Txagorritxu con la barra de un gotero

Supuestamente intimidó con esta vara al personal sanitario, también a los vigilantes de seguridad que acudieron en su auxilio. Entre medias arremetió contra el mobiliario. Está acusado de inutilizar la toma de oxígeno, el cableado, varios muebles, diverso instrumental médico... Terminó reducido, y detenido, por patrulleros de la Ertzaintza.

Como en los calabozos de la cercana comisaría de Portal de Foronda tampoco se calmó, fue llevado a Santiago para una evaluación. Y, siempre según los medios consultados, protagonizó otro lío más. De menor intensidad, eso sí.

Según ha sabido este periódico de fuentes sanitarias y policiales, el hombre, de origen magrebí, «es reincidente» en estas lides.

En Santiago, por ejemplo, ha acudido en numerosas ocasiones aquejado de dolores nimios. Algunas de esas visitas han degenerado en «varias amenazas» al personal, así como en algún intento de «agresión física». Al menos en una ocasión le redujeron –con la intervención de más de media docena de sanitarios y vigilantes– hasta la llegada de la Policía autonómica al céntrico centro hospitalario vitoriano.

Por esta razón, en este centro se registra cada altercado protagonizado por esta persona, a la espera de que algún juzgado decrete «una orden de alejamiento» en la mayor brevedad posible. Esta medida preventiva cuenta con precedentes. En el vizcaíno hospital Basurto por ejemplo.