El destino de Kraken, del colegio de la Veracruz a la Escuela de Artes y Oficios

Pero una mujer difunta «no puede ser secuestrada «y, desde luego, no puede sangrar». Tal vez las cosas no sean como Kraken ha creído siempre y se vea inmerso en una carrera contrarreloj entre Vitoria y el Madrid de los bibliófilos «para trazar el perfil criminal más importante de su vida, uno capaz de modificar el pasado, para siempre».

De momento, la capital alavesa vuelve a ser «una protagonista más del relato», con escenarios tan emblemáticos y conocidos como la plaza de la Virgen Blanca o la calle Zapatería, donde el investigador hace sus pesquisas en lugares «que en invierno distribuían mal el frío y en verano acumulaban el calor en la última planta», según la descripción de la escritora alavesa.

Tampoco faltan en esa trama localizaciones como «la Fundacion Sancho el Sabio, que alberga fondos relacionados con la cultura vasca desde el siglo XV. El edificio es una maravilla, un cubo de vidrio envuelve el cementerio de las Madres Carmelitas de Betoño», ha detallado Sáenz de Urturi en sus redes sociales.

Otros lugares de la ciudad son la Torre de Doña Otxanda, que acoge al Museo de Ciencias Naturales, o el Cantón de las Carnicerías «con sus viejas librerías, ahora convertidas en atractivos lugares donde refugiarse con la lectura», tal y como detalla un avance de la nueva intriga.

Claro que esta frenética trama entre puntos de Vitoria y Madrid incluirá diversos lugares de la capital española. Alguno, relacionado con el Instituto Cervantes y, algún otro, tan precioso como la biblioteca de las Escuelas Pías de la UNED, ubicada en la calle Sombrerete.

No obstante, los lugares clave para reconstruir el universo de Kraken arrojan el peso de la balanza sobre la capital de Álava. Sáenz de Urturi cuestiona «¿y si tu madre fuera la mejor falsificadora de libros antiguos de la historia?».

Todo esto lleva a la identidad de la misteriosa Ítaca Expósito. La niña fue abandonada hace décadas a las monjas del colegio de la Veracruz, situado en el número 15 del paseo Fray Francisco de Vitoria una fía noche invernal. En ese lugar hay «altos muros, estancias desangeladas, sótanos con poca luz que guardan importantes secretos, talleres donde copiar las obras de grandes maestros».

Más adelante, la joven descubrirá la Escuela de Artes y Oficios, donde «deslumbraría con sus virtudes y donde conoció el amor tras descubir que tras los muros colegiales había una vida que ella desconocía». Las pistas son más que interesantes.