Desalojan por la 'vía exprés' un bajo ocupado en el barrio de Zaramaga hace dos semanas

Cuatro personas que a mediados de agosto ocuparon un piso ubicado en el barrio de Zaramaga han sido desalojados este martes por medio de un desahucio 'exprés'. Los varones, todos ellos desarraigados, habían entrado en la vivienda después de abandonar una lonja también okupada de Coronación. Al llegar la comitiva judicial, dos de ellos salieron de la casa de forma voluntaria pero los otros dos tuvieron que ser expulsados a la fuerza por efectivos de la Ertzaintza y la Policía Local.

El propietario del inmueble, que presenció todo el operativo, tuvo constancia de forma inesperada el pasado 14 de agosto de que en su piso, en planta baja, habían entrado unos individuos. «Una vecina denunció y fue la Ertzaintza quien me avisó», comentaba esta tarde en conversación con este periódico.

Denunció inmediatamente los hechos en los juzgados y fue este lunes cuando un juez de la capital alavesa decretó un desahucio 'exprés' de la vivienda, ubicada en la plaza Zaramaga. La expulsión estaba inicialmente prevista para el lunes, pero «hubo algún problema» y se tuvo que retrasar a este martes, cuando han venido hasta el inmueble varias patrullas -de la Policía autonómica -«algunas desde fuera», apostillaba el afectado-, incluidos efectivos de la Brigada Móvil.

El desalojo generó una elevada expectación entre los vecinos de la zona, que se congregaron a las puertas de la vivienda, situada en un bajo. Varios de ellos mostraron su satisfacción cuando los cuatro varones abandonaron de forma definitiva el piso gracias a la intervención policial. El propietario se quedó después en el lugar a la espera de la llegada de un cerrajero que cambiase la cerradura y evaluar los desperfectos.

«Me quería quedar a dormir, pero la Ertzaintza me lo ha desaconsejado», relataba mientras esperaba al profesional para arreglar la puerta violentada. Entre los efectos perdidos en estos altercados, el propietario destaca «parte del equipo de música, el colchón de la cama grande» y otros pocos efectos de menor relevancia. «Esperaba que la casa estuviese peor».

Según fuentes policiales, los cuatro varones desalojados habían entrado en este piso tras de abandonar una lonja okupada de Bruno Villarreal que se clausuró después de que en su interior se produjese una violación a una mujer. Tres de las veinte personas que malvivían en ese local fueron detenidas por la agresión y el resto, todos desarraigados, estaba en paradero desconocido. Este grupo protagonizaba frecuentes enfrentamientos con el vecindario por su «continuo comportamiento incívico».

Aunque no está claro por dónde accedieron los okupas a la vivienda, todo apunta a que fue por una ventana de la fachada, donde hay un pequeño roto en el cristal. En el interior del edificio ayer todavía quedaba un suelo encharcado de agua, varios utensilios de cocina sucios y apilados, ropa tirada y colillas. Los dos okupas que se han resistido han sido detenidos por los efectivos policiales.

Aitor, conocido del afectado, asegura que no es la primera vez que se dan este tipo de situaciones. Según este compañero, vecino del edificio contiguo, «también hubo una ocupación en el primer piso» de su bloque. «Se enganchaban a las rejas de mi casa -en la planta baja- y se subían al primer piso», revela.

• Temas
• Ertzaintza
• Barrios de Vitoria
• Delitos en Vitoria
• Okupas