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Con la vista graduada, no hay más que echar una ojeada a las colecciones de arte de los museos para notar las diferencias. La brecha. La discriminación. El desajuste. Los datos oficiales indican que tanto en Europa como en Norteamérica, alrededor del 70% de tituladas ... en carreras artísticas son mujeres, mientras que sus obras en las colecciones no pasan del 20%. Con el curso 'La mirada feminista (Perspectivas feministas en las producciones artísticas y las teorías del arte)', que se celebra en el Artium este fin de semana, se ofrece una panorámica del sector. En el encuentro participan diferentes profesionales y artistas bajo la dirección de la antropóloga Lourdes Méndez y Xabier Arakistain, comisariA –así, en mayúscula, como recoge el programa del ciclo–. ELCORREO ha mantenido una entrevista con las dos para hablar de la duodécima edición de este foro que vuelve a Vitoria, donde surgió en 2008. Fue en Montehermoso bajo la dirección de Arakistain.
Precisamente durante esa etapa (2007-2011) coincidió con Beatriz Herráez como comisaria-jefe. Y la directora del museo de la calle Francia desde hace un año interviene en un momento de la conversación para explicar el contexto actual. Cuenta que los grandes museos internacionales ya están incorporando este tipo de debates y reflexiones. Un ejemplo es el MoMA, de Nueva York, que desde su reciente ampliación y reapertura el mes pasado ha decidido apostar por exposiciones más diversas. También la entrada de Frances Morris hace tres años como máxima responsable de la Tate Modern marca un camino en la búsqueda de la paridad, además de incluir una mayor variedad de artistas de diferentes procedencias. «Morris abrió el melón y el MoMA, que ha presentado su ampliación y es conocido como el 'sancta sanctorum' del arte contemporáneo, ha aceptado también el envite», indica Arakistain. El camino hacia la igualdad tiene recorrido por delante. «Ya son cincuenta años de lucha», apunta Méndez.
– ¿Cómo surgió este curso internacional?
– Xabier Arakistain: Surge desde nuestra relación anterior. Desde la primera exposición que comisarié 'Trans Sexual Express'(1999, BilbaoArte), ya fue acompañada de conferencias que contextualizaban esas partes artísticas con diferentes corrientes de pensamiento y ámbitos de conocimiento como la historia del arte, la antropología, la filosofía…
– Lourdes Méndez: Había una serie de discursos que queríamos difundir y que acompañasen a aquella exposición. Nos encontramos a mediados de los noventa y compartíamos intereses e inquietudes. Queríamos saber qué pasaba en nuestro contexto con las artistas, si exponían o no, qué diferencias había... Y al analizarlo nos salió un diagnóstico horroroso.
–Las primeras ediciones de este curso (que también se ha celebrado en el Azkuna Zentroa) se hicieron en Montehermoso. Entonces era un centro pionero en políticas de igualdad en el arte. ¿Sigue habiendo muchos centros que no aplican criterios en busca de la paridad?
– X . A.: La realidad es que sí. De hecho, es al revés. Son contados los centros que tienen un interés manifiesto en incorporar a las mujeres en paridad, tanto en las exposiciones como en las colecciones de los museos e incluso en los programas. También creo que estamos en un momento más enriquecedor, después de los dos últimos 8 de marzo que fueron multitudinarios e intergeneracionales. Estos diálogos entre generaciones distintas era algo que hemos buscado también desde el origen del curso en el que se reflejan diferentes contextos culturales.
– ¿Hay diferencias entre países europeos?
– X . A.: Los datos oficiales europeos dicen que no hay mucha diferencia en cuanto a la exclusión y discriminación de las mujeres. La expresión es bastante homogénea en el mundo occidental, no solamente en Europa, sino también en Estados Unidos y Canadá.– L . M.: De hecho, en las ediciones anteriores del curso algo que constataban las diferentes ponentes de otros países se centraba en que la situación era muy similar. Y les sorprendía gratamente que en este contexto hubiera instituciones, como ahora Artium, que acogen el curso. Estar en este momento aquí es un éxito de años de lucha.
– En 1989, el colectivo Guerrilla Girls colocó un cartel frente al Metropolitan de Nueva York que decía: Menos del 5% de los artistas en las secciones de Arte Moderno son mujeres, pero un 85% de los desnudos son femeninos. ¿Ha variado ese porcentaje?
– X . A.: Las propias Guerrilla Girls siguen haciendo ese póster periódicamente.
– L . M.: Y se van deprimiendo año en año.
– X . A.: Hay que puntualizar que el póster refleja el conteo refiriéndose al espacio de arte contemporáneo del Metropolitan. Desde el 89 han visto que el número de mujeres artistas no se incrementa, pero sí se incrementa el número de desnudos masculinos. Eso es lo que está ocurriendo. Al mismo tiempo, la presión en las calles y en la academia con un tejido que ha evolucionado hace que estemos en un momento objetivamente distinto. A lo mejor sí que veo un clima más receptivo. Ya no hay la bronca de Montehermoso de hace diez años cuando pensaban que estábamos locas solamente por reclamar justicia social, paridad y cumplir la ley. Pero las cifras no se mueven tanto. Hay que seguir ejerciendo esa presión y debe concretarse en medidas prácticas. Por eso, el curso es una herramienta central para conseguir unos objetivos en el campo del arte, ya que pensamos que a través de la educación y el conocimiento se transforman las sociedades.
– La ponente Elena Mendizabal hablaba con motivo de la exposición 'Escultura' de la falta de mujeres artistas referentes cuando se iniciaba en el mundo del arte. ¿En el mundo académico se encontraban más referencias?
– L . M.: Es un problema complicado. Para las personas interesadas en el feminismo, las referencias a diferentes figuras de mujeres estaban. Otra cosa es que se transmitan en la universidad y cómo. Habitualmente no se ha hecho o se ha transmitido en cápsulas del tipo una asignatura sobre 'Arte y Mujeres'. Eso tiene un doble efecto: visibiliza, pero al mismo tiempo repele. Durante un cierto tiempo se ha conseguido a regañadientes que se incorporen una, dos o tres exposiciones de una artista mujer, o sea que haya pinceladas en los museos. Pero lo importante es que surjan iniciativas en las que la cuestión paritaria informe a los museos sobre qué deben hacer de cara al arte contemporáneo.
– X . A.: Y que haya voluntad política. Lo chirriante es que los datos oficiales europeos y de Norteamérica dicen que casi el 70% de las personas que tienen titulaciones son mujeres y en las colecciones no pasan del 20%. Es una realidad muy gráfica. Tenemos un desajuste que indica que vivimos en una sociedad que excluye a las mujeres del campo del arte.
– L. M.: A menos que pensemos que todas las chicas son idiotas y que no llegan al talento masculino.
– X . A.: Afortudamente, eso ya no cuela en el siglo XXI. Aunque es lo que ha venido funcionando.
La 12ª edición del curso 'La mirada feminista' comenzó ayer y concluye hoy en el auditorio del museo Artium con las conferencias de las expertas Giovanna Zapperi, historiadora y profesora de Historia del Arte Contemporáneo en la Universidad de Tours, Elke Krasny, profesora de Arte y Educación en la Academia de Bellas Artes de Viena, y la reconocida artista Sanja Ivekovic. La creadora croata es una de las figuras de mayor peso del programa que atrae a un centenar de asistentes (plazas agotadas) de diferentes puntos de España.
En la charla 'Mi doble vida' (16.30) hablará acerca de su recorrido, desde los comienzos en la Yugoslavia socialista hasta hoy. Ivekovic es una de las primeras creadoras de la zona en reconocerse como feminista. En 2011 protagonizó la retrospectiva titulada 'Sweet Violence' (2011) en el MoMA en la que se expuso, entre otras, una de sus obras más conocidas, 'Lady Rosa of Luxemburgo'. Se trata de una escultura que jugaba con los símbolos de otra estatua, ubicada en el centro del pequeño país centroeuropeo dedicada a Nike y diosa de la victoria en la mitología griega. En su reinterpretación de la escultura, Ivekovic se aleja del mito y muestra a una mujer embarazada, al mismo tiempo que hace referencia a la política Rosa Luxemburgo, ejecutada por sus ideas.
De esta manera reivindicaba también el papel de las mujeres en la Resistencia al nazismo. Su conferencia cierra esta tarde el programa que desde sus inicios se ha basado en tres pilares: la presencia internacional, interdisciplinar e intergeneracional. Así se cimienta un encuentro en el que las teorías y los estudios son básicos para reclamar cambios en las políticas culturales desde una perspectiva feminista, es decir, a favor de la igualdad.
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