Derramas y perezas

Sí, como la ITV pero reemplazando los vehículos por los elementos comunes de las viviendas. Algo así como el chequeo médico recomendado por los expertos sanitarios y de los que algunos huimos. Empiezan por mirarte algo y acaban encontrando lo otro. Se trata de comprobar a la prudente edad del medio siglo si la carrocería y los órganos internos de los inmuebles llevan bien la edad o se avejentan de mala manera. Los bloques cuidados aún resisten el transcurso -inexorable, claro, como manda el latiguillo- del tiempo, pero las arrugas les crecen. No tanto, cierto es, como a sitios de parada y fonda o vidas en tránsito permanente que conocemos con el nombre de hoteles. Esos hospedajes que requieren frecuentes metidas de mano en el sentido no libidinoso del término. Ojo.

Los barrios de Coronación y Zamaraga más la almendra medieval lideran en Vitoria la lista de edificios menos revisados. Son zonas donde el envejecimiento humano marcha a la par que el de las casas donde habita su censo maduro. Pero las instituciones empiezan a reclamar seriedad y lo mismo que piden ya el certificado de eficiencia energética para vender un piso usado exigen la ITE a la hora de conceder ayudas que facilitan la vida (ascensores a ras) de la tercera edad y hasta de la cuarta.