La Diócesis prepara a futuros misioneros con un curso específico en Vitoria

Cada tercer sábado de mes a partir del 21 de noviembre formarán a las personas interesadas en esta labor social que estén pensando en ser misioneros el verano que viene. Es una labor que vienen desarrollando desde hace 16 años pero que nunca termina. «El perfil suele responder a mujeres jóvenes que están terminando sus estudios o a casi prejubilados que ven el momento ideal para hacer este viaje», explica Izquierdo, quien pasó dos años en Angola. Cuando termine el curso, tendrán la ocasión de pasar un mes en Perú, Ecuador, Bolivia, Chile, Angola o Kenia si la pandemia lo permite.

¿Qué necesita saber una persona a la que ya le ronda por la cabeza la idea de comprar los billetes y acudir a África o a América para realizar una labor humanitaria? En primer lugar debe dejar en casa posibles actitudes «paternalistas». «Las misiones desarrollan un trabajo de evangelización allí desde hace años y, más que creer que vamos a enseñarles algo, debemos viajar con la mente abierta y aprender de ellos», animan desde Misiones. Antes de partir escucharán la experiencia de personas como la vitoriana Raquel Busto, una trabajadora social de 45 años que ya pasó por el curso y viajó a Kaikor, en Kenia, en agosto de 2018. «Estar en esa zona desértica de África en la que la gente muere de hambre me ha cambiado la vida. Me ha ayudado a valorar, agradecer y ser consciente de la responsabilidad que tenemos. Pese a lo duro del viaje, volveré», afirma.

«A veces nos llaman en abril preguntándonos si pueden viajar en verano, pero más que cantidad buscamos gente comprometida que haya pasado por el curso», subraya Vea-Murguía.Fernández de Castillo, quien pasó once años en Ecuador, destaca el 'shock' al que se enfrentan los participantes cuando llegan y parten de su destino incluso después de haber recibido asesoramiento.

«Nada es como se lo imaginaban o como creían haberlo visto en fotos. El choque con la pobreza es muy duro. Mientras aquí vivimos con una burbuja de seguridad y lo tenemos todo asegurado y garantizado, allí, quien no tiene dinero, muere», subraya. «Más allá de ideas heroicas, la mayor parte del trabajo del misionero es acompañar y estar con la gente», descubre. Los interesados pueden apuntarse en el 945130857 o en misiovit@misioak.org .