El curso escolar arranca con el reto de mejorar resultados y dudas por la nueva Selectividad

El más acuciante es la necesidad imperiosa de mejorar los resultados académicos obtenidos por los alumnos vascos. Las sucesivas Evaluaciones Diagnósticas, realizadas por el propio Departamento de Educación, así como exámenes externos, como el famoso informe PISA, revelan una caída en el nivel de nuestros estudiantes. Baste un dato: más de la mitad de los escolares de 2º de ESO (13 y 14 años) se sitúan en un nivel inicial de euskera, principal lengua de escolarización; y un tercio de ellos están en ese mismo nivel en lengua castellana.

Precisamente la mejora en el rendimiento académico es uno de los puntos que Iñigo Salaberria, presidente de Heize, la federación de directores de la escuela pública vasca, identifica como uno de los principales retos del curso. Junto a ello, señala la promoción del euskera (a través de una «estrategia compartida y consensuada»), los procesos de evaluación, el desarrollo de la Ley de Educación, la reforma de la Selectividad y la introducción de la Inteligencia Artificial como otras de las claves que marcarán el año.

Pero vayamos por partes. La nueva consejera, Begoña Pedrosa, que ya fue 'número dos' de departamento durante la pasada legislatura, se comprometió a «fortalecer» las «competencias clave» en matemáticas, lectura o ciencias.

«Se va a invertir en el área del pensamiento computacional y el ámbito 'STEAM'. Estamos pendientes de cómo se va a traducir en el día a día», comparte Dario Nasilli, director del colegio Niño Jesús en Vitoria. «Se anunció un plan para reforzar las 'mates' y lectura, pero no hemos tenido más noticias», explica Alfonso Blázquez, director del colegio Santa María, de Portugalete. La consejería «tiene intención de hacer cosas», pero lamenta la «falta de planificación». Pone un ejemplo: este año se va a implantar un nuevo plan lector, para lo cual se va a dar una formación de un mínimo de diez horas al profesorado. Pues bien, «no sabemos ni las fechas ni nada. El departamento tiene que entender que la planificación de un colegio se hace en mayo o junio, no con el curso empezado».

Hay una sensación similar respecto a la nueva Selectividad. Se sabe que será una prueba menos memorística y que se va a cambiar la tipología de las preguntas. «Pero a los profesores nadie nos ha comunicado nada oficialmente, así que no sabemos cómo adaptar el material», expone Tere Maldonado, veterana docente de Filosofía en varios centros. A su juicio, es una «desconsideración con todo el mundo». «Es muy incierto», coincide Nieves Maya, directora del colegio Carmelitas Sagrado Corazón en la capital alavesa. «Desde el centro nos vamos adaptando, pero cuando repercute en la vida futura del alumnado es más serio», lamenta.

Mikel Castañares, director del Colegio San Prudencio en Vitoria, expresa una inquietud similar. «Afrontamos el curso con varias incertidumbres. Por un lado, la EBAU de la que hoy no sabemos nada más que lo que ha aparecido en prensa. Por otro lado, hay un nuevo equipo en el Departamento de Educación. Además, como siempre, tenemos que esforzarnos en responder lo mejor posible a las actuales necesidades del alumnado y las familias. Y, por supuesto, afrontar el descenso de la natalidad», expone.

Hay otras cuestiones que marcarán el año académico. Una es la implantación de la nueva FP, que abrirá sus puertas a trabajadores en activo y parados. Otra, el desarrollo de la Ley de Educación, aprobada el pasado diciembre. Sin embargo, hay dudas sobre su implantación. Lurdes Imaz, coordinadora de Ehige, la federación de ampas de la red pública, señala que para diciembre tendría que crearse el Consejo de la Escuela Pública, «y todavía no sabemos nada». También falta un pacto social contra la segregación escolar y debería desarrollarse un plan estratégico de la escuela pública. «¿En qué va a concretarse?», se pregunta.

Otros aspectos de la ley sí están listos. Por ejemplo, la atención a la diversidad y la inclusión. Este curso se implementará el nuevo protocolo de atención al alumnado trans, recuerda el docente Mikel Mimentza. Y se seguirá profundizando en el aprendizaje basado en competencias.

En el plano laboral, se ciernen dudas en torno a la red concertada, que vivió una huelga de 13 días el pasado curso. Los sindicatos denuncian que las patronales aún no han cumplido el acuerdo de fin de huelga. El asunto está en los tribunales. Entre los compromisos adquiridos figuran subidas salariales con efecto retroactivo desde 2021. El Gobierno vasco va a destinar 68 millones de euros a este fin, pero todavía no está cerrado.