«Mi madre ha ido un momento al baño con el crío pequeño, que estaba en la peluquería, y ese chico ha entrado. Se ha ido directo al mostrador, donde ha metido mano en el bolso de mi madre y se ha marchado. Las dos ... clientas que se estaban haciendo las mechas han pensado que era algún conocido nuestro y no han dicho nada». Con esa sigilosa incursión en la mañana de ayer, domingo, se destapó uno de los hurtos más efímeros de los últimos meses en el municipio.
Según comentó a EL CORREO esta familia de minoristas de Aranbizkarra, el ladrón al descuido –un joven desarraigado vestido con ropa «clarita»– «se llevó la cartera». En su interior, nada menos que «casi mil euros».
Pasaron unos minutos hasta que la propietaria del pequeño negocio se percató del delito. Salió a la calle aunque no pudo localizar al sospechoso. Hubo una llamada al 112 y la Ertzaintza se hizo cargo del robo. «Imagínate la gracia que nos hizo. Trabajamos muy duro y muchas horas para que te venga uno y se lleve tu dinero. Te sientes fatal con experiencias así», se sinceran desde esta tienda.
Encaja en la descripción
«Las patrullas estuvieron dando vueltas por la zona a ver si le encontraban». El celo policial pronto dio sus frutos, de una manera inesperada quizá. En una de esas pasadas detectaron en la puerta de un salón de juegos cercano a un joven que encajaba a la perfección con la descripción dada por las víctimas.
En los bolsillos le encontraron los casi mil euros, de los que no supo aclarar su procedencia. Para su colmo, las clientas le identificaron sin duda alguna, por lo que acabó arrestado.
«Estamos muy contentas porque hemos recuperado nuestro dinero». Entre las pertenencias del detenido también le requisaron un móvil de alta gama sisado la noche del sábado. Este doble hurto será llevado por el Juzgado de Instrucción número 3 de Vitoria.
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