Más de 370 toneladas recolectadas en las últimas dieciséis semanas en las calles y zonas verdes de Vitoria. Estas son las dos cifras que resumen la tradicional campaña anual de recogida de hoja. Para acometer estos trabajos, las empresas que prestan el servicio en ... la ciudad, Pre-Zero-Onaindia, han destinado un importante dispositivo de medios materiales y humanos. «Se han invertido 731 jornadas repartidas en tres turnos de trabajo, tres en horario matinal, dos en turno de tarde y uno durante la noche. Cada uno de los equipos ha estado compuesto por una barredora de calzadas junto a sopladores eléctricos o de combustión, en función de la zona a limpiar», ha detallado el concejal de Medio Ambiente, Pascual Borja.
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El Ayuntamiento de Vitoria ha recordado que los cuatro meses de duración de esta campaña han estado marcados por una «situación extraordinaria»: la histórica granizada del 6 de julio. Ese episodio provocó la rotura de cientos de ramas de los árboles y, en consecuencia, la caída masiva de las hojas.
Para aumentar el rendimiento de los recursos empleados, los operarios han utilizado también una mini cargadora tipo 'bobcat'. Una máquina que ha resultado de gran utilidad en aquellos puntos donde se ha registrado una mayor acumulación de hojas. Se ha llegado a recoger más de una tonelada en una misma jornada. Además, para hacer frente a ese aumento excepcional de este tipo de residuos, se han incrementado los servicios de recogida de los contenedores en los que se deposita la hoja recolectada para su posterior traslado a la planta de tratamiento. Un equipo extra compuesto por un conductor y un vehículo tipo 'ampliroll' con brazo hidráulico en turno de mañana ha ayudado a trasladar esa ingente cantidad de toneladas.
A la hora de planificar este tipo de dispositivos especiales, desde el Ayuntamiento y la UTE PreZero-Onaindia se ha tenido también en cuenta la «minimización», en la medida de lo posible, del impacto de las actuaciones en la vida diaria de los ciudadanos, poniendo especial atención en el «impacto sonoro» de los trabajos realizados. «Se han tomado medidas como la utilización de sopladoras eléctricas a primeras horas de la mañana en aquellos puntos más sensibles, o la ubicación de las actuaciones del turno de noche en aquellas zonas no habitadas de la ciudad como pueden ser los polígonos industriales o las zonas comerciales», ha concretado Borja.
¿Y ahora, cuál es ahora el destino final de esas 370 toneladas? Las hojas recolectadas han sido trasladadas en su totalidad a la planta de Tratamiento Mecánico Biológico (TMB) de Vitoria, en el polígono industrial de Júndiz. En esas instalaciones se producen cada año más de 1.000 toneladas de compost de calidad que vuelve a la ciudad con distintos fines como, por ejemplo, la recuperación de suelos o los usos complementarios en jardinería.
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