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JUDITH ROMERO
VITORIA.
Martes, 1 de agosto 2017, 02:00
Minutos antes de las 5.30 de la mañana de ayer, Blanca Domínguez observó con impotencia cómo un turismo avanzaba hacia ella en dirección contraria por la A-1. «No daba crédito a lo que estaba viendo, sólo podía discernir cómo dos focos avanzaban despacio, ... a 60 o 70 kilómetros por hora, por el carril de la izquierda», explica esta empleada de Aernnova, que en esos momentos se encaminaba a su puesto de trabajo. Otros de sus colegas también esquivaron el Opel Astra de matrícula española que ayer se cobró la vida de una mujer de 40 años y dejó a siete heridos en el punto kilométrico 331 de esa misma carretera. La conductora, que dio negativo en las pruebas de alcohol y drogas, también resultó herida.
El Citroën C4 en el que viajaba la víctima mortal, una mujer de nacionalidad portuguesa residente en España, no pudo evitar el choque. Circulaba de forma correcta cuando colisionó frontalmente con el coche que avanzaba en dirección contraria. Una de las cuatro ocupantes del vehículo falleció y, poco después, un tercer turismo se vio implicado en el accidente, lo que aumentó el balance de heridos a ocho. El Audi de un matrimonio portugués que viajaba acompañado de sus hijos, de matrícula francesa, colisionó por alcance con los dos vehículos implicados en el primer siniestro.
La Guardia Civil confirmó que esta colisión múltiple tuvo lugar sobre las 5.30 horas a la altura del Condado de Treviño. Se desconocen los motivos por los que la única ocupante del Opel Astra condujo en dirección contraria durante varios kilómetros, pero personas como Blanca o su compañero Iñaki Lejarcegui sienten que han vuelto a nacer. «Pasé por allí un minuto después y sólo vi un coche destrozado», explica él. «Iba por el carril de en medio y acababa de completar un adelantamiento cuando lo vi aparecer por mi izquierda, pero no pude distinguir ni su color ni su modelo», señala ella. El resto de sus compañeros tardaron dos horas en llegar al trabajo debido a que la autovía quedó cortada al tráfico.
Según explicaron fuentes del Servicio de Emergencias 112 de Castilla y León, efectivos de la Guardia Civil de Tráfico y Bomberos de Burgos, Miranda de Ebro y Vitoria se trasladaron hasta el lugar del suceso tras conocer que una persona se encontraba atrapada en uno de los vehículos. Desde Emergencias Sanitarias del servicio de Sanidad de Castilla y León (Sacyl) se envió una ambulancia de soporte vital básico y una UVI móvil. Osakidetza desplazó otra UVI y tres ambulancias de soporte vital básico. Las ocho personas que sobrevivieron al accidente resultaron heridas de diversa consideración.
Los menores que ocupaban el tercer vehículo, una niña de 3 años y un bebé de 14 meses, recibieron el alta al mediodía tras ser trasladados al Hospital Txagorritxu junto con su padre, un hombre de 31 años. Según indicó Osakidetza en un comunicado, otras tres mujeres continuaban anoche en el HUA Santiago con pronóstico reservado. Dos de ellas fueron atendidas en el servicio de Traumatología y la tercera ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos. La Guardia Civil de Miranda de Ebro inició una investigación para esclarecer las causas del siniestro en colaboración con la Agrupación de Tráfico de Burgos. Además, otras dos mujeres de 34 y 53 años fueron trasladadas al Hospital Santiago Apóstol de la localidad mirandesa con cuadros de politraumatismos. «Me he bajado del coche con un ataque de nervios, si llega a venir por el carril de en medio no habría podido apartarme», destaca Domínguez, quien confiesa que la situación le cogió por sorpresa. «No es la primera vez que me encuentro con un conductor que circula en sentido contrario, pero me confundió ver los dos focos avanzar lentamente entre un tráfico tan denso».
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