«Estamos creando la industria del siglo XXI». Con esas palabras ensalzó el lehendakari, Iñigo Urkullu, la transformación de Mercedes-Benz en Vitoria que culminará con la fabricación en masa de la furgoneta sobre la plataforma modular eléctrica VAN.EA a partir de marzo de ... 2026. El jefe del Ejecutivo vasco, que intervino después del director de la sección de furgonetas de Mercedes, Mathias Geisen, y del CEO de la planta de Vitoria, Bernd Krottmeyer, puso el proyecto de la multinacional alemana como «ejemplo de la colaboración público-privada que tan buenos resultados ha dado en Euskadi». Y colocó en el centro el objetivo de conseguir una movilidad sostenible en el sector de la automoción en el que Euskadi debe continuar manteniendo su posición de vanguardia. Conservar esa posición de cabeza y la repercusión notable en el PIB vasco (superior al 5% sólo con Mercedes) se encuentran entre los principales retos en materia de transición energética.
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«Somos un pueblo industrial, está en nuestras raíces, pero siempre hemos sabido adaptarnos», destacó Urkullu, quien destacó el impacto del proyecto de Mercedes para abrir camino hacia la movilidad libre de emisiones. El lehendakari enmarcó la presentación de este martes en la culminación de una secuencia de hitos que arrancó en 2014 con un protocolo de colaboración para la formación y la creación de nuevos perfiles profesionales entre las instituciones y la multinacional. A ese acuerdo siguieron varios encuentros, incluida una visita institucional a las instalaciones de Stuttgart y, como mayor hito, el anuncio de la inversión de mil millones en la planta alavesa.
El esperado despliegue de la VAN.EA en Vitoria no se llevará a cabo de forma aislada, sino que estará acompañado del futuro Centro de Investigación Avanzada, que estará en marcha para «finales de 2026», según confirmó el propio jefe del Gobierno autonómico. Para entonces, la producción de la nueva furgoneta eléctrica de Mercedes llevará cerca de medio año en proceso. Aunque su salida al mercado estará entonces más próxima, todavía se desconoce la fecha en la que saldrá a las carreteras, ya que estos pasos dependerán de la evolución de la industria y de la propia demanda. En paralelo, el Basque Automotive Manufacturing (BAM) «asumirá el diseño y desarrollo de nuevas tecnologías de proceso y sistemas inteligentes para la fabricación del nuevo vehículo eléctrico y conectado» junto con Mercedes, Gestamp y el Grupo Mondragón.
En este sentido, Urkullu anunció que el Gobierno vasco aprobó este martes una inversión de 40 millones de euros «encaminados a fortalecer el desarrollo industrial y sostenible» del País Vasco. El lehendakari, que subrayó el impacto del proyecto de Mercedes en la economía vasca, abogó por «seguir trabajando desde la confianza y la colaboración para fortalecer el futuro de la compañía en Euskadi», aunque también puso en valor las decisiones de las instituciones para garantizar la apuesta del gigante alemán en el País Vasco y en Vitoria. «Gracias al compromiso de las instituciones vascas se tomaron decisiones que garantizaron el arraigo de esta empresa para los próximos años».
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