El HUA Txagorritxu, el hospital de referencia en Pediatría en Álava, está formando un grupo multidisciplinar de especialistas para tratar de paliar los efectos del sobrepeso y la obesidad infantil desde el vientre materno. Lidera la iniciativa el endocrinólogo pediátrico Ignacio Díez López, conocido por ... su lucha contra un problema que va en aumento y que ya afecta a uno de cada tres menores de 12 años en Euskadi. «Si llegan al final de la adolescencia con sobrepeso, tienen más papeletas de desarrollar diabetes, hipertensión y otras enfermedades en la edad adulta», alerta. Díez busca que ginecólogos y obstetras, pediatras, médicos de Atención Primaria, endocrinos y cardiólogos formen equipo para hacer seguimiento precoz de casos como los de las madres con diabetes o con obesidad que quedan embarazadas. «Esos niños pueden llegar a ser obesos y es importante abordar todo esto de una manera transversal», detalla el especialista.
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Al hospital, aclara, llegan los casos más preocupantes. «Sólo vemos la punta del iceberg», admite. Aunque las tasas de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes en Vitoria aún son menores que en otras comunidades autónomas del entorno y están alejadas de las cifras de Estados Unidos, México o el Reino Unido, su incremento no cesa. Y además con el confinamiento se ha acelerado. «Los niños fueron los primeros encerrados y eso fue un error. Han sufrido mucho y eso ha supuesto que haya más consultas por obesidad y sobrepeso, por problemas psicológicos y de enfermedad mental, por trastornos de la conducta alimentaria como anorexia y bulimia...».
Al HUA es la Atención Primaria la que le deriva casos de niños con exceso de kilos que ya presentan cuadros de diabetes tipo 2, hipertensión, hipercolesterolemia, dificultades motoras... Pero hay muchos más en situaciones menos graves. Es una epidemia mundial que es necesario abordar con las familias, la escuela, la atención primaria y las instituciones, defiende el endocrino infantil.
La situación económico-social de las familias es en sí misma un factor de riesgo. El Ayuntamiento de Vitoria realizó un estudio diagnóstico de la infancia y la adolescencia de la ciudad el pasado año que revelaba que un «14% de los menores de 18 años vive en una situación de pobreza real», a los que hay que sumar los que están en riesgo. «Es un dato demoledor. En determinados contextos hay más grado de sobrepeso con morbilidades y patologías. Las costumbres, otras formas de cocinar y los diferentes metabolismos y formas de enfermar también influyen. Hay que poner el foco en el colectivo con más necesidades porque a medio plazo va a suponer un problemón», aclara Díez.
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Aboga por aprender de los errores de las sociedades anglosajonas «y no repetirlos». «Por cada euro que se invierta ahora en prevención se ahorrarán 25 euros en medicamentos para tratar las enfermedades derivadas de la obesidad», proclama.
Los comedores escolares, asegura el endocrino, son una herramienta muy eficaz para procurar a estos niños una alimentación saludable y además el hierro, calcio o vitaminas de las que a veces carece la dieta en algunas casas.
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Los centros de salud alaveses han sido pioneros en utilizar un videojuego, 'El viaje de Mangols', para acompañar a más de 115 familias alavesas en su lucha contra el sobrepeso. Este premiado proyecto educativo utiliza la metodología 'serious game' e implica a los menores de entre 7 y 14 años, a sus padres y hermanos y a los médicos y enfermeras.
20-25% de la población tiene sobrepeso y otros 10-15% obesidad. Equivale a que uno de cada tres menores de 12 años pesa más de lo acorde con su edad.
Confinamiento «Han aumentado las anorexias, los trastornos mentales y también las consultas por patologías ligadas a la obesidad», dice Ignacio Díez.
La Sociedad española de Endocrinología y Nutrición ha becado a Ignacio Díez para examinar el hígado de los niños con obesidad. En algunos adultos con esta patología, este órgano es graso, un problema que puede acarrearles en el futuro daños como los que sufren las personas con alcoholismo. El equipo del HUA Txagorritxu tiene ya un ecógrafo con el que va a tratar de ver si hay una manera de detectar de manera precoz que ese órgano infantil puede llegar a tener lo que se denomina esteatosis hepática no alcohólica y poder ver cómo aplicar tratamientos de manera más temprana.
Díez revela asimismo que se han desarrollado medicamentos que sirven para el tratamiento de la obesidad monogénica infantil, que tienen su origen en un único gen disfuncional y representa un pequeño número de casos que aparecen en la niñez. La mala noticia es que el Ministerio de Sanidad no ha aprobado su financiación, por lo que deben ser las familias las que costeen los tratamientos.
El endocrinólogo del HUA Txagorritxu está convencido de que en los próximos años fruto de investigaciones en marcha «va a haber un boom de tratamientos farmacológicos contra la obesidad infantil».
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