Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Coronación tiene hoy 1.235 vecinos más que hace un año. Según el último censo, cerrado a fecha 31 de diciembre, es el barrio de Vitoria que más ha crecido desde el anterior recuento de personas con residencia fija establecida. Tanto como que ha absorbido ... la mitad de los 2.523 nuevos empadronamientos recogidos por el Ayuntamiento a lo largo de 2018. También supone para él un incremento del 10% respecto al número de censados hace doce meses y alcanza así los 13.355 habitantes. Con todo, se mantiene como el quinto distrito más poblado de una capital en permanente crecimiento humano.
¿Sorprendente, no? ¿Qué puede justificar un aumento tan llamativo en una zona donde precisamente hace décadas que no se ha movido un triste ladrillo? La construcción está parada en su delimitación, como en la mayor parte de Vitoria, en su caso porque ni tan siquiera hay espacio donde levantar una aguja. Lo de su estirón vecinal se debe, en realidad, a una redistribución de calles y por tanto de distritos de la ciudad acometida por la Unidad de Padrón y Elecciones. Como resultado, Coronación ha ganado esos 1.235 residentes y el cercano El Pilar, perdido 863 al cierre del censo de 2018, aclaran fuentes municipales. Aun así, ha recibido 372 vecinos que no lo eran, un aumento más lógico que el que dicen los números pero también por encima de los demás barrios vitorianos. Algo similar a esto, un movimiento ficticio de personas dentro del mismo municipio, se ha producido entre Ali y Sansomendi. También se han corregido sus límites, aclaran desde el Ayuntamiento. En consecuencia, el primero, que antes fue pueblo, ha aumentado en 1.154 moradores, prácticamente los mismos que ha entregado el otro, digamos que por arte de birlibirloque.
13.355 vecinos censados en Coronación a 31 de diciembre de 2018, según la Unidad de Padrón y Elecciones del Ayuntamiento. Ha recibido 1.235 a lo largo del último año, aunque buena parte de ellos, 863, los ha recibido de El Pilar por una redistribución de calles entre ambos distritos. En realidad, los nuevos empadronados son 372. Es el quinto barrio más poblado de la capital.
El paro, por el 20%. Veinte de cada cien residentes en edad de trabajar están en paro, casi ocho puntos por encima de la media de Vitoria.
6.138 viviendas censadas en Coronación. El 94% tiene 50 o más años desde su construcción. Muchas presentan graves carencias por el paso del tiempo. En Eulogio Serdán se ha iniciado un programa europeo para favorecer la rehabilitación energética de algunas comunidades adheridas. El 9% del parque de pisos de la zona está desocupado.
Mejoras prioritarias. Un estudio privado encargado por el Ayuntamiento advierte de la necesidad de actuar en un barrio que califica de «decadente», con riesgo de «degeneración». Habla de reformar las plazas Aldabe, Zaldiaran, San Mateo, Andagoya y Ciudadela y las calles Domingo Beltrán y Aldabe.
A pesar de que Vitoria ha retocado el tamaño de las piezas de su puzle, Coronación sigue siendo un destino elegido por los 'vitorianos' de nuevo cuño bien a través del boca a boca entre familiares o amistades bien por el menor precio del alquiler de su vivienda -doce de cada cien están vacías-. Ya el año pasado, este distrito humilde y popular corrigió su tendencia a la baja y emprendió una tímida recuperación en su vecindario. Hace una década contaba con 13.278 personas, mil más que hoy. En cualquier caso, con corrección o sin ella, necesita impulsos, más impulsos que vecinos para ser lo que fue desde los 80 del siglo XX.
Hace poco más de año y medio, un estudio encargado por el Ayuntamiento ya alertaba de su debilitamiento. «Está en una fase totalmente decadente. Si no se actúa, acabará degenerándose», concluía aquel informe. Hace menos aún, solo unos meses, y quizás atendiendo a la misma evaluación, el Gobierno vasco catalogó a Coronación de «área degradada», la primera en Vitoria. Su diagnóstico: «cumple las condiciones de degradación económico-social y urbanístico-arquitectónico». Demoledor. Pero gracias a esta consideración de espacio urbano desvalido, sus habitantes y comerciantes lo tienen ahora más fácil para acceder a subvenciones.
Vayamos al meollo. Coronación es el quinto barrio más viejo de Vitoria por la edad de quienes lo habitan. Uno de cada tres residentes tiene 65 años o más y el 18% supera los 75. También longevas son sus viviendas (6.138). El 94% se construyó hace medio siglo o más. Su variadísima comunidad extranjera -latinoamericana, magrebí y china, principalmente- alcanza ya el 21%, el doble que la tasa de inmigración de Vitoria. El paro también es sensiblemente más alto: el 20%, cinco puntos más. Y para rematar, solo uno de cada diez comerciantes decía entonces, cuando se elaboró el trabajo de campo, sentirse «satisfecho» con su actividad. El resto consideraba que su ocupación se había estancado o empeorado. Con todo, el 20% de los vecinos «no se encuentra a gusto», concluía aquel documento.
Un paseo por las entrañas de 'la Coro' basta para comprobar que son demasiadas las persianas echadas en locales donde antes se abrían comercios con clientela. Fueron cayendo como fichas de dominó y sustituidos por establecimientos regentados mayormente por inmigrados. También cerraron entidades bancarias y calles como Julián de Apraiz, Tenerías o Aldabe entregaron hace ya tiempo su encanto, el bullicio social y económico que las distinguió.
Eso sí, el barrio está bien surtido para la compra diaria gracias a supermercados, ultramarinos y fruterías y hasta resiste un mercadillo de antaño, el de El Ensanche, con dos entradas. En su interior, cuatro carnicerías, una pescadería y una charcutería. Coronación, que tiene mucho de cajón de sastre, ofrece también bingo, bolera, sala de conciertos, un lugar de dudosa reputación... y cuatro mezquitas por dos iglesias.
César Caño lleva toda la vida viviendo en él, que debe su nombre a la coronación de la Virgen Blanca en 1954. Después de tres décadas, ha dejado la primera línea de la asociación Errota Zaharra, pero sigue atendiendo el devenir del barrio y sus gentes con esmero, crítica y esperanza. De todo lo que ve, mucho, por lo que más se esfuerza es «por favorecer la integración entre los vitorianos y los extranjeros». Habla con fundamento de un lugar mestizo, multirracial y multicultural. Rico en contrastes. «Hay que trabajar por que todos nos sintamos iguales, con los mismos derechos y las mismas obligaciones», exclama.
«Decadente» y «degradado», sí, pero también «ecobarrio». Un toque más de lo pintoresco de un lugar que cae del Casco Viejo a la Avenida. A eso de las diez hasta el termómetro callejero maldice las isobaras en esta Vitoria que tiene bien ganado el apelativo de 'Siberia'. Frío, precisamente frío han dejado de tener por fin las familias del 4 de Eulogio Serdán, donde luce una fachada envuelta en aislante. Es la primera comunidad que se beneficia de los calores y las bondades (dicen) del SmartEnCity, un programa impulsado desde Bruselas y subvencionado por el Gobierno vasco para favorecer el bienestar de la gente. Hablan maravillas de una actuación con retraso, por fases y hasta recibida con escepticismo por los elegidos que sitúa a Vitoria a la vanguardia en eficiencia energética en Europa. En el ámbito doméstico pretende ser también la primera piedra de la imprescindible rehabilitación de un barrio descarnado por viejo y desatendido.
Donde ya no hay humedades están encantados, sin preocuparse por las heladas, con la bata en el perchero y la manta en el sofá. Al telefonillo del portero responde, amable, una voz adulta a la que uno pregunta por la reforma. «Ahora ponemos la calefacción un 80% menos. Con media o una hora por la mañana y otra por la tarde es suficiente, cuando antes estaba encendida catorce al día», expone. Aislar las fachadas, renovar el tejado e instalar ventanas con aislamiento térmico y acústico han elevado su cuenta a los 13.500 euros. «¿Te parece mucho?», pregunta el inquilino. «Pues no lo es. A la larga nos ahorraremos un 50%», sostiene mientras aclara que aún no ha recibido la primera factura de su 'nuevo' hogar para comparar y que está a la espera de recibir la ayuda -hasta de un 80%- que haga más llevadera su inversión en confort.
En su casa se acomoda en zapatillas, pero por la calle va a tientas. «Antes había más tranquilidad y confianza. Ahora no te puedes fiar de nadie, aunque pasa aquí, donde siempre ves a la Ertzaintza y los municipales, y en el Casco Viejo...», sostiene otro residente, que llegó al lugar cuando era huertas y vaquerías en una Vitoria que empezó a ensancharse por aquí en los 50.
Caño se queja, pero se queja por el escepticismo entre los suyos. «La gente no se termina de creer lo de las fachadas. Cuando se haga todo, y se instale también la calefacción comunitaria de leña, el barrio dará otra imagen. Será atractivo. Y no te digo nada cuando se peatonalice la calle Aldabe». El líder se ilusiona.
Coronación es viejo, por su edad y por la de sus vecinos, con uno de cada tres con 65 o más años. Pero últimamente la pirámide poblacional se está corrigiendo y la tendencia, aunque sigue registrando más defunciones que nacimientos, apunta a cierto rejuvenecimiento. «Es un barrio mayor», aprecia César Caño, expresidente de la asociación Errota Zaharra durante tres décadas. «La tasa de natalidad empieza a elevarse, crece poco a poco» gracias, en gran parte, a la llegada de parejas o familias inmigrantes, sostiene. «La gente nueva es de fuera. Hay que tener en cuenta esos niños y montar una haurreskola en el barrio para su escolarización», pide Caño. Solo hay un colegio en el distrito, el de la Presentación de María.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.