«Sin convenio en Mercedes existe el riesgo de no fabricar en exclusiva el nuevo modelo»

- ¿Por qué UGT, la central mayoritaria en Mercedes, no ha firmado las condiciones propuestas por la empresa para el último ERTE cuando ha secundado muchos otros pactos, los dos ERTEs anteriores, sin ir más lejos?

- Mire, en el Comité de Empresa estamos representados siete sindicatos. Y dentro de esa representatividad tenemos un reglamento interno con el que nos hemos comprometido el 80%. Lo que exigimos es que los sindicatos que firmamos ese reglamento fuésemos coherentes. Por eso pedí el 55% de votos. Ekintza y PIM no se comprometieron con este reglamento, pero todos los demás sí. Así que exigimos que dentro de la comisión negociadora, que integramos trece miembros, ocho, y no siete (el 51%) aceptasen (las condiciones del ERTE). En definitiva, que alguien que asumió el reglamento en su día se significara por coherencia y por responsabilidad.

- Dicho de otro modo, que ELA, que preside el comité, se retratase... Pero la consecuencia es que al final no ha habido acuerdo. Y los trabajadores no tendrán el complemento del 80% para el ERTE de esos 30 días hasta junio. ¿Teme que esta nueva estrategia se les vuelva en contra?

- No sé si se nos volverá en contra; lo que sí sé es que hemos tenido una postura coherente y responsable. La plantilla nos demanda unidad y con ese reglamento interno la cumplimos. Lo que quiero decirle es que desde que lidera ELA (el comité de empresa) no hemos tenido ni un solo acuerdo. De hecho, llevamos catorce meses sin convenio... estamos exactamente igual. Y eso es muy triste.

- Y, visto lo visto, con ese cisma en el comité de empresa, ¿quién va a dar el paso para activar esa negociación y buscar un acuerdo? Porque hablamos del futuro de la planta y de miles de empleos directos e indirectos en Álava y todo Euskadi.

- Hemos tenido un año intenso de negociación con este tema. Yo echo en falta un claro liderazgo del presidente del comité de empresa, de ELA, porque, le insisto, no ha sido capaz de lograr ni un solo avance. Nosotros apostamos en su día por un plan industrial. Que la empresa prorrogara el convenio para hablar del plan industrial, al igual que se hizo en 1998 y que sirvió de germen al convenio actual. Gracias a ese germen se consiguió que a la planta de Vitoria se le adjudicasen tres modelos, el T0, el NCV2 y el VS20. Dentro de ese marco el proyecto sería exactamente igual, repetir la misma fórmula que se generó en 1998 para garantizar que el sustituto del VS20, la plataforma totalmente eléctrica o modelos que puedan venir aquí, hagan atractiva a Vitoria para garantizarnos esos modelos. La empresa quiere básicamente flexibilidad, la contención de costes, la contención de los pluses. Pero lo fundamental es la flexibilidad.

- ¿Y sin convenio no habrá nueva plataforma?

- Lo que puede poner en riesgo es la exclusividad. Quiero decir que el gran reto que tenemos es que el sustituto natural del VS20 se fabrique sólo en Vitoria. Porque si no somos capaces de conseguir eso y tenemos que compartir esa plataforma con otra planta, pues... el futuro dirá en qué posición quedamos. No tengo una bola de cristal.

- ¿Quiere decir que sin exclusividad podría haber una reducción de plantilla?

- No puedo aventurarlo. Si aplicamos un poco la lógica y la formación que tengo del sector de la automoción, va a haber una inversión en la pirámide de formación en las diferentes plantas. Nosotros tenemos en este momento la edad ponderada de la plantilla en los 43 años. En los próximos diez años habrá una reconversión total. Las bases que hoy sostienen la producción se van a invertir porque se van a automatizar mucho los procesos y vamos a necesitar personal mucho más técnico. El aprieta tornillos, para que me entienda, como tal pasará a la historia, y se necesitará a personas más formadas con mayor conocimiento técnico. Habrá un cambio en la formación de las plantas, pero eso no significa que se vaya a destruir empleo.

- Y en el presente, ¿la falta de componentes puede poner en riesgo el empleo en Mercedes?

- La respuesta es no, a priori.

- Lo que significa...

- ... que la preocupación podría venir cuando como consecuencia de esa falta de suministros se baje la producción. Hasta la fecha tenemos un programa de 158.000 unidades y la previsión de que vaya al alza. Me plantearía ese problema de forma diferente si dentro de seis meses me tengo que sentar delante suyo y le tengo que decir que hemos bajado a 140.000 o menos. Ahí sí me pondría serio. Por debajo de las 130.000 o 135.000 unidades, el tercer turno podría peligrar. Pero ahora mismo no es el caso.

- Como delegado territorial de UGT ¿advierte cierto parón en las negociaciones sectoriales en el territorio?

- Sí, pero esto va a tener que cambiar porque van a priorizarse los convenios sectoriales respecto a los de empresa con la nueva reforma laboral.

- ¿Es difícil para UGT y CC OO defender la reforma laboral en Euskadi, cuando se les reprocha que apenas representan al 30% de los trabajadores vascos?

- Aunque represente solamente a un 1%... Recientemente ELA y LAB promovieron una manifestación, una huelga, contra la reforma que finalmente decidieron pararla. ¿Por qué?

- ¿Insinúa que pudieron respirar con alivio cuando se aprobó en aquella esperpéntica votación en el Congreso?

- ELA y algún partido nacionalista vasco también. Porque parece que todos querían votar en contra. Pero, por la puerta de atrás, todos deseaban que saliera. Porque esta reforma no resta, mejora lo que se tenía. Por lo tanto, es un avance.