Ferrovial sustituirá a FCC en la limpieza de Vitoria los próximos cinco años

Los técnicos le dan la mayor puntuación a su oferta. La actual adjudicataria recurrirá el concurso ante los tribunales

Martes, 17 de noviembre 2020

Vuelco en el contrato de limpieza de Vitoria, el más cuantioso de los que adjudica el Consistorio, por casi 27 millones de euros al año. El Ayuntamiento, salvo sorpresivo giro de los acontecimientos, cambiará de compañía poniendo fin a su vínculo con la firma ... FCC tras 14 años. Lo hará al segundo intento, después de declarar nulo el primer proceso de contratación impulsado por el Gabinete Urtaran el año pasado. La oferta más valorada entonces fue la de FCC, pero ahora las tornas han cambiado y es la de Ferrovial a través de su filial Cespa que se presenta junto a la local Onaindia. En la repetición del proceso, la suya ha sido la mejor valorada por los técnicos, con 77,2 puntos, a lo que se suma una oferta económica de 93,7 millones –con una baja del 4%–. FCC denunció este martes que su competidora ha incurrido en incumplimientos del pliego y que recurrirá el resultado del concurso primero por vía administrativa y después en la justicia ordinaria.

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Salvo que esa denuncia sea tenida en cuenta, Vitoria cambiará de empresa para la limpieza viaria. La oferta de Ferrovial superó a la de FCC (en alianza para el nuevo contrato con Valoriza y Balgorza) por un escaso margen, tanto en la valoración técnica (apenas 1,40 puntos) como en la económica, ya que esta última reclamaba una cuantía de 94,2 millones, medio millón más en los cinco años de contrato. A más distancia ha quedado la UTE integrada por Urbaser y Enviser, tercera con 55,3 puntos y una oferta económica de 93 millones.

Cabe recordar que en la convocatoria inicial posteriormente abortada, FCC –firma con la que el Gobierno Urtaran ha mantenido tiranteces en los últimos años– logró la primera posición al ser la que menos incumplía el pliego. Pero el Consistorio acabó declarando el concurso desierto por irregularidades que afectaban apenas al 0,02% del contrato, lo que motivó el recurso de todas las empresas en liza. En ese primer intento de hace un año, los técnicos apreciaron «deficiencias en cuestiones básicas» en las tres propuestas de las compañías que se postulaban al acuerdo. En algunos casos apuntaron que los contenedores carecían de «pedal o manilla» para su apertura más clásica, algo que hacía incompatibles sus ofertas con las condiciones del pliego, aunque todas las licitantes consideraron que se trataba de asuntos menores y subsanables tras la adjudicación. Las tres aspirantes recurrieron al órgano administrativo de recursos contractuales de Euskadi (OARC), que desestimó sus argumentaciones. Esto obligó a volver a la casilla de salida, demorándolo todo.

Ahora el proceso entra en una nueva fase. En pocas semanas habrá una propuesta técnica de adjudicación, que llegará a la mesa del Gabinete Urtaran para su ratificación. Pero antes es posible que haya un nuevo obstáculo. La actual adjudicataria, FCC, anticipó que se siente injustamente tratada en la valoración técnica y que recurrirá tanto por vía administrativa como judicial si fuera necesario para que se reconozca que la suya es la única oferta que cumple el pliego de condiciones. Un representante de la firma se refirió de forma específica a un apartado correspondiente al sistema de cerraduras de los contenedores, que cree que el resto de aspirantes incumple. Este martes mismo pidió que se paralizara la apertura de las ofertas en el órgano municipal de contratación para que fuera tenida en cuenta esta denuncia, pero sin éxito.

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Una complicada relación

El grupo de Esther Koplowitz guarda una complicada relación con el Consistorio. La multinacional se encarga de la recogida de residuos y la limpieza viaria en Vitoria desde 2006, cuando firmó el contrato con Alonso (PP) en la Alcaldía. Ganó la siguiente licitación en 2015, en la recta final del mandato de Maroto. El cambio al gobierno de Urtaran elevó el pulso con la firma, que presentó su renuncia al contrato en 2018 al considerar que ya no le salía rentable. El regidor del PNV anunció su intención de liquidar el contrato y convocar nuevo concurso y a finales de ese año gobierno y empresa acordaron la resolución.

La cifra

  • 93,7 millones de euros, lo que supone una baja del 4%, es la oferta de Cespa-Onaindia, que mejora la de FCC (94,2 millones y una baja del 3,4%). La de Urbaser-Enviser es de 93 millones, aunque su puntuación es mucho menor.

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