![Despacho, gimnasio, cocina, quirófano... Conoce las entrañas del Air Force One](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/201908/14/media/cortadas/airforce-kING-U80977949623tzB-624x385@El%20Correo.jpg)
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El Air Force One, la exclusiva aeronave en la que viaja el presidente de los Estados Unidos, es mucho más que un avión. Es algo así como una pequeña Casa Blanca en el aire. Desde la época de Roosevelt es Boeing quien se encarga de ... los desplazamientos del máximo dirigente norteamericano de turno. Donald Trump viaja en un 747-200B, que pese a lo que pueda imaginarse, no es único, porque hay dos idénticos, que se rotan cada pocos meses. La empresa aeronáutica ya trabaja en un nuevo B747 mucho más grande que el actual, en servicio desde hace tres décadas.
Así que el Air Force One no puede aterrizar en cualquier sitio debido a su gran tamaño.Sí podría hacerlo en Foronda. El aeropuerto de Vitoria es una de las alternativas que los servicios de seguridad estadounidenses barajan para que la segunda nave presidencial más cara del mundo (México tiene un Boeing 787-8 que costó 219 millones de dólares) se pose y, a continuación, Trump tome un helicóptero hasta Biarritz, donde asistirá a la cumbre del G-7, entre el 24 y el 26 de agosto.
Ante la posible llegada a Vitoria de ese avión, merece la pena conocer sus detalles. Aquí te desgranamos las características de la aeronave, que en realidad no se llama Air Force One, aunque es como se le conoce popularmente. Este es el indicativo que da el control del tráfico aéreo a cualquier avión de la Fuerza Aérea de EE UU en el que viaja el presidente. Sólo puede adoptar ese nombre cuando el dirigente va a bordo.
Los expertos aseguran que por cuestiones de logística y seguridad, el aeródromo alavés será el elegido. Ahí podría aterrizar la mítica aeronave, la más cinematográfica. ¿Quién no recuerda a Harrison Ford en Air Force One (1997)? Aunque era ficción, permite imaginarse un poco cómo es ese artefacto de 371 metros cuadrados divididos en tres niveles de altura, con una capacidad para 102 personas (76 pasajeros y 26 tripulantes).
Protegido contra los impulsos electromagnéticos para repeler un posible ataque nuclear, en el Air Force One no sólo se desplazan el presidente y su equipo en los viajes oficiales. Un grupo de periodistas –trece máximo– le acompañan. Cada uno de ellos tiene un asiento con su propio televisor y pueden elegir entre veinte películas a demanda, además de horas de música. Eso sí, antes de subir son sometidos a un riguroso control y sus movimientos están permanentemente controlados.
Su zona, pese a las comodidades, nada tiene que ver con la del presidente. La suite está en la parte delantera del avión. En ella, dos sofás gemelos se convierten en camas; tiene baño privado y hasta un pequeño gimnasio. Eso para los momentos de descanso, porque para los de trabajo, a lo largo de los 70 metros de longitud del aparato y dos plantas se reparten el despacho presidencial, una sala de conferencias, oficinas para funcionarios , dos cocinas –desde las que se puede dar de comer a 100 personas al mismo tiempo– y un quirófano. En el avión siempre va un médico.
Los elementos de seguridad se distribuyen por las parte más alta del Boeing. El equipo de defensa clasificado incluye radares y sensores. En el Air Force Once no hay 'teléfono rojo', pero sus dos líneas telefónicas tienen funciones diferentes, según el color. Los aparatos blancos se utilizan para las comunicaciones normales y los negros para los asuntos confidenciales.
Si el Air Force One finalmente aterriza en Foronda, tampoco llegará solo. Varios aviones de carga y de combate acompañan siempre a esta aeronave que tiene una autonomía de 12.500 kilómetros sin repostar combustible (el promedio de este tipo de aviones es de 9.000), aunque también puede ser recargado en pleno vuelo. Sus turbinas le permiten volar a más de 45.000 pies de altura, 10.000 más que en los vuelos comerciales.
Con todo esto, no resulta extraño que el coste estimado de una hora de vuelo del avión presidencial que George Bush utilizó como refugio el 11-S se sitúe cerca de los 200.000 dólares por hora.
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